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Artículos de Fondo
"El Perú no está solo"
Patricio Ricketts Rey de Castro afirma que, en la lucha contra el narcotráfico, la mayoría de los países nos apoyan.
Abogado y periodista de vasta experiencia, Patricio Ricketts Rey de Castro es un acucioso investigador de la realidad peruana frente al contexto mundial. En diálogo con GENTE, descubre para la opinión pública los nombres de 23 peruanos, entre ellos, dos ex candidatos presidenciales y 10 congresistas, quienes suscribieron una carta abierta al secretario general de la ONU, "promovida por George Soros, personaje que apuesta por la legalización de las drogas", solicitando un cambio de la política mundial conducente a la legalización del comercio y el consumo de drogas. Frente a esta situación Ricketts señala que "el Perú no está solo, pues tiene el apoyo mundial, pese a quien le pese".
GENTE ha denunciado que hay intereses del narcotráfico internacional que quieren, en la práctica, desaparecer al presidente Fujimori porque lo consideran un serio obstáculo para sus planes de expansión. ¿Qué comentario puede hacer al respecto?
Lo que ustedes han denunciado tiene una gran base de verdad. Es uno de lo pocos medios que ha tenido la valentía de hurgar entre lo escondido para encontrar la verdad, una verdad que para muchos había permanecido muy guardada. Ustedes tienen el mérito de saber que se enfrentan a un monstruo muy poderoso, pero que, sin embargo, siguen en su terca condición de agudos periodistas en busca de la verdad.
Muchas gracias. Sabemos también que usted ha encontrado evidencias específicas de lo que significa esta amenaza del narcotráfico en el Perú.
Efectivamente y puedo señalar que el Perú ha sido citado por el gobierno de Estados Unidos, por el principal asesor de los Estados Unidos en materia de narcotráfico como el país éxito, el país modelo en la lucha contra el narcotráfico. Me refiero al general Barry MacCaffrey, quien ha dicho enfáticamente, no una sino muchas veces, que el Perú es el modelo y que la lucha contra el narcotráfico en el Perú dirigida por el Presidente Fujimori ha demostrado que es posible vencer el narcotráfico. Ahora bien, en Estados Unidos hay una corriente de gente muy importante que está retando este planteamiento y que ha dicho que esta lucha contra el narcotráfico es una lucha perdida, que es una lucha como la de Vietnam, una guerra perdida por definición desde el principio y que Estados Unidos debe ir a la legalización del narcotráfico.
¿En qué lugar se ubica el Perú?
Nosotros nos encontramos frente a estas dos posiciones extremas, en el centro de esta lucha. El principal mentor de la tesis de la lucha perdida es George Soros, un hombre poderoso que se jacta de haber traído abajo gobiernos del sudeste asiático, de haber tenido influencia enorme en Rusia en una situación que devino en una catástrofe. El tiene mucho que ver con el Perú. Tiene mucha influencia en la política peruana. Esto nosotros no lo sabemos. Ha sido totalmente ignorado, y hay pruebas.
¿Cómo cuáles por ejemplo?
El primero de junio de 1998, George Soros publica a dos páginas en el Washington Post una carta abierta al secretario general de las Naciones Unidas con 600 firmas, que decía que las guerra contra las drogas causa más daño que el consumo de las mismas. Esa publicación se hizo en un momento en que se reunía una asamblea mundial para tomar posiciones más contundentes en la lucha contra el narcotráfico, referidas especialmente al lavado de dólares en el mundo entero. Esta carta dice cosas realmente importantes, como, por ejemplo: "no hay otra opción para reducir los daños causados por las drogas que cambiar la política de drogas. Las Naciones Unidas en este caso tienen un papel legítimo e importante solamente si están dispuestos a cambiar de política". Asimismo dice textualmente que: "la guerra contra las drogas está causando más daño a nuestra sociedad que el propio abuso de las drogas".
¿Quién pagó ese aviso en el Nueva York Times?
La autoría de esta carta fue atribuida por el New York Times a George Soros. El Centro Lindesmith de Soros fue la entidad que pagó el aviso en mención, en su intención de hacer cambiar la posición de los norteamericanos en torno a las drogas. Además, dicha carta abierta no hizo sino repetir lo que ya Soros había dicho con gran claridad el 2 de febrero de 1997 en un artículo publicado en el "Washington Post" con este título: "La Guerra contra las Drogas no puede ganarse: es tiempo de decir simplemente NO a la prohibición destructiva". En ese artículo, Soros expresó su satisfacción por las votaciones de California y Arizona, que aprobaron en aquel Estado la legalización del cultivo y uso de la marihuana para fines medicinales; y en el segundo algo todavía más audaz: permitir a los médicos que receten cualquier droga para fines terapéuticos y medicinales legítimos y dispongan tratamiento y no cárcel para quienes sean detenidos por posesión ilegal de drogas. Al respecto Soros sostuvo que los americanos empezaban a reconocer tanto la futilidad de la guerra contra las drogas como la necesidad de pensar con realismo y abiertamente en alternativas. McCaffrey respondió que "estas propuestas no denotan compasión, sino legalizan drogas peligrosas".
¿Qué otros aspectos se conoce de George Soros?
El financista confesó haber gozado de la marihuana, a la que no se habituó ni ha usado por años, como no usa droga alguna. "Mi única preocupación -dijo- es que la guerra contra las drogas está causando incalculable daño al tejido de nuestra sociedad. Creo que una América sin drogas es una utopía. Cierta forma de adicción a las drogas o abuso de esas sustancias es endémico en la mayoría de las sociedades. Insistir en la erradicación total del uso de las drogas sólo puede conducir al fracaso y la desilusión. La guerra contra las drogas no puede ganarse; pero, al igual que la guerra de Vietnam ha polarizado a nuestra sociedad" "Penalizar el abuso de las drogas -agregó- causa más daño que bien".
El Perú en la Carta Abierta
Tenemos entendido que en esa famosa carta al Secretario General de la ONU, la suscriben también 23 peruanos...
El peso de los firmantes peruanos en este llamado a un cambio de la política mundial conducente a la legalización del comercio y el consumo de drogas fue la mayor revelación del documento. No solo por el número, sino por la significación política de los adherentes a la posición de Soros. Solamente en los grandes países consumidores Soros pudo mostrar mayor número de personas dispuestas a respaldarlo.
¿Cuál es la proporción de firmantes de otros países?
Por ejemplo, en Estados Unidos consiguió 257 firmas; 72 en Canadá, 60 en Australia y 42 en el Reino Unido, así como 71 en España; 30 en Alemania, 26 en Holanda y 23 en Francia. En Italia solo consiguieron 16, otras tantas en Suiza, 13 en Bélgica, 12 en Suecia, 11 en Grecia, 9 en Noruega, 7 en Finlandia, 6 en Dinamarca y el mismo número en Irlanda, para terminar en un par en Polonia, 2 en Austria y una en Hungr’a, lugar de nacimiento de Soros. Obtener una firma en China y otra en India dista de mostrar un respaldo convincente en un planteamiento para invertir la pol’tica de las Naciones Unidas, de su Secretar’a General. En cuanto a Rusia y a la Comunidad de Naciones Independientes, donde Soros fundó decenas si no centenares de organizaciones "filantrópicas", "económicas" y "culturales" y donde hizo de las suyas en su actividades financiero-especulativas, nadie, absolutamente nadie, los acompañó. El vacío asiático fue casi absoluto: nadie en Japón, nadie en Indonesia, Filipinas y las demás naciones del sudeste asiático. Apenas tres insignificancias en Malasia.
¿Y América Latina?
Otro tanto puede decirse de América Latina, donde solamente Perú acusa influencia de Soros. En Brasil recogieron 9 magras formas, 7 en Argentina, 14 en Bolivia, 6 en Colombia, 3 en Nicaragua y el mismo número en Venezuela, 2 en Chile, otras tantas en Guatemala, una en Costa Rica, otra en Ecuador y el mismo aporte solitario en Uruguay.
¿Respecto a los firmantes peruanos?
En Perú, en cambio, las firmas fueron 23 e incluyeron a dos ex candidatos presidenciales (Vargas Llosa y Pérez de Cuéllar) que, de no ser derrotados en las urnas, habrían tenido el poder de impedir que la política antidrogas frenase primero y revirtiese después, a partir de 1990, el vertiginoso crecimiento de la producción de coca alcanzado durante el gobierno de García Pérez. Este no firmó el documento, pero sí lo hicieron personas de su régimen, como el ex canciller Wagner y el ex embajador Grados Bertorini.
¿Llama poderosamente la atención que congresistas peruanos hayan suscrito este documento?
Es notablemente sorprendente y significativo que once congresistas en funciones -todos ellos de oposición radical- hayan discrepado frontalmente en un pronunciamiento internacional, de la política peruana de lucha contra las drogas, que nunca -acaso por conocer el punto de vista de la nación- se atrevieron a cuestionar en el Congreso o en el Perú.
¿Se podría decir que los firmantes estarían vinculados al narcotráfico?
De ninguna manera. Esto no quiere decir que tengan relación con el narcotráfico, nadie los está acusando de narcotraficantes, pero eso sí, son personas muy identificadas, muy comprometidas con una política que es exactamente la contraria a la que manejan el Perú y los Estados Unidos en materia de control de drogas. Para revertir esta política, naturalmente, Fujimori es uno de los principales obstáculos.
¿Entonces cómo se les podría denominar en este caso sui géneris?
Podría hablarse, en consecuencia, de un grupo criptolegalizador de las drogas y vinculado al esfuerzo internacional de George Soros en idéntico sentido. Ese grupo, radicalmente opositor, gravita en el Congreso y en la política peruana.
¿Qué otros grupos de presión existen?
Tenemos a Diálogo Interamericano, donde figuran, por ejemplo, Javier Pérez de Cuéllar, Mario Vargas Llosa, Diego García Sayán y Lourdes Flores Nano, firmantes del que bien cabría llamar Manifiesto Soros de 1998.
¿Qué plantea Diálogo Interamericano?
Por la dureza de sus planteamientos y de sus funcionarios, Diálogo Interamericano ha destacado entre las organizaciones opuestas a la elección de Fujimori. Conspicuo ha sido también el radicalismo de Human Rights Watch (antes Americas Watch), organización fundada con el capital de Soros y en adelante sostenida por éste. En el informe de HRW de 1995-1996 figuran Soros y su esposa Susan entre los mayores constribuyentes, con más de cien mil dólares cada uno. Soros forma parte del directorio de uno de los mayores programas de la institución: HRW-Helsinski, fundado para manipular Rusia, Polonia y otros países. La organización se jacta de contar con más de 100 expertos, abogados y periodistas resueltos a cobrar alto precio en reputación y legitimidad a los gobiernos que, según dice, "violan los derechos de sus pueblos". Al principio trataban de cortar la ayuda norteamericana, pero luego fueron más ambiciosos y quisieron lograr otro tanto en las Naciones Unidas, la Unión Europea, el Banco Mundial, Japón y Rusia.
¿De qué mecanismo se han valido estas organizaciones para hacer prevalecer sus posiciones?
El sistema fue siempre el mismo: estigmatizar a los gobiernos objetados por HRW. A partir de 1995, la organización se dedicó a documentar las supuestas violaciones de los derechos humanos relacionadas con la lucha contra las drogas. Los medios de comunicación suelen tomar como "hechos demostrados" las afirmaciones, con frecuencia antojadizas y falsas, de HRW y de las organizaciones nacionales con las que ésta trabaja. Desde 1995, Human Rights Watch documenta las supuestas violaciones de los derechos humanos derivadas del control del narcotráfico.
El caso García Sayán
¿Cuáles son las conexiones de estas organizaciones en el Perú?
En estas organizaciones destaca la Comisión Andina de Juristas, ONG que dista de pertenecer al sistema del Acuerdo de Cartagena y contar, por tanto, con la representatividad de los países miembros del Grupo Andino. La "Comisión", que nadie ha comisionado, ha sido duramente cuestionada en medios independientes (Gretchen Small en EIR, 31 de enero de 1997, entre otros), y señalada como uno de los principales "lobbies" latinoamericanos de la legalización de drogas. Publica informes en español.
Ante esta situación, cabe la pregunta. ¿El Perú está solo frente a la lucha sin cuartel que libra por combatir el narcotráfico?
De ninguna manera el Perú, sin ir muy lejos, ha recibido el espaldarazo tácito de los países asistentes a la XII Cumbre Presidencial Andina. Tienen el respaldo de Brasil, México, Venezuela. Y hablando de los países que suscribieron la carta abierta de Soros, son personajes entre comillas a nivel mundial que no tienen gran significación. El Perú no está solo, pues como modelo de éxito para enfrentar al narcotráfico internacional es bien visto por la mayoría de los países del orbe mundial. Sólo un pequeño grupo, de gran poder por supuesto, es el que intenta hacernos daño. En este caso, el apoyo mundial está con el Perú, y esa es una verdad que se impone pese a quien le pese.
"Vargas Llosa maca-mama"
Patricio Ricketts, en un pasaje de la entrevista, hizo referencia a las maca-mamas, apelativo de grueso calibre durante el Incanato con el que hombres y mujeres evitaban, a toda costa, ser involucrados: "Las personas que andan reclamando por el mundo sanciones, castigos e intervenciones y se quejan y censuran por la debilidad de los gobiernos extranjeros en intervenir en contra del Perú, merecen ser llamados maca-mamas, que significa "el que pega a su madre". Lo peor que podría decirse de una persona del Tawantinsuyo era que fuese una maca-mama. Esta acepción involucra a personajes como, por ejemplo, Mario Vargas Llosa, que no contentos con haber dejado la nacionalidad, son maca-mamas pues".
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