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                         Edición 1330
Colaboradores
El Quinto Pie del Gato

Escribe: José Enrique Escardó
quintopie@genteperu.com
"Quien quiere ser un creador ha de ser primero un destructor y quebrantar valores"

"Los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados a la ley natural. (...) No pueden recibir aprobación en ningún caso." (Catecismo de la Iglesia Católica, 2357).

LAS MARICONADAS DE LA IGLESIA

La semana pasada, mismo profeta, escribí sobre la homosexualidad. Después de eso, el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, fue atacado por haber dado una opinión en relación a los homosexuales. Hasta otros curas han salido a criticarlo. Claro, ni que fueran cojudos, ese tipo de declaraciones públicas les quitan miembros a la secta católica. Buena política la de los curas "de mente abierta": cambiar las enseñanzas de su secta para no perder a los que los mantienen y alimentan sus egos con sumisión intelectual (sólo intelectual, porque con su vida, la mayoría de católicos, se cagan en la biblia y en los dos mil años de cristianismo).

De este tema sé bastante, así que los curas manipuladores se cagaron, porque yo no me como el cuento.

Como pueden leer en la cita del catecismo que puse arriba, es muy claro el asunto. En un aparente acto de aclaración (al que prefiero llamar pendejada), un obispo (o sea un cura, pero más sapo) leyó ante la prensa una parte del siguiente párrafo del catecismo, que dice: "Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales instintivas. No eligen su condición homosexual; ésta constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. (Recién desde la siguiente línea leyó el cura. Bien vivo el tío porque así se entiende otra cosa) Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta".

Cipriani metió las cuatro: revelar las verdaderas enseñanzas de su secta milenaria. Los otros curas lo critican, cambiando las enseñanzas de la iglesia. Esas enseñanzas son de lo más estúpidas, desconsideradas y discriminatorias por naturaleza. Pero no deben criticar a Cipriani, sáquenle la mierda a su secta porque, por más que los curas "de mente abierta" se hagan los locos, eso enseñaron siempre.

Si leemos todo el párrafo del catecismo y no sólo la parte que el cura leyó ante la prensa, nos damos cuenta de que la secta católica dice que sólo deben ser respetados los que nacen homosexuales, no los que se transforman luego. Eso no dijo el cura. ¿Vivo no?

Pero esto no queda allí. Según el catecismo, "las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes del dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana". La perfección cristiana se refiere a lo que dijo Cipriani: "el hombre es hombre y la mujer es mujer". O sea, ¿qué tanto lío hacen si están diciendo lo mismo todos? El homosexual no puede ejercer su sexualidad libremente si quiere entrar al cielo. Una vez más, el mecanismo de control de las sectas se evidencia: "No seas tú mismo, porque eso te llevará al infierno".

Por más que la secta católica se alucine recontra modernizada, tendría que cambiar sus bases, y eso, como ellos ya saben por experiencia, toma tiempo, a veces generaciones. Pero ahora que hay tanta información, va a ser más yuca. Antes les ligaba porque no todos podían leer la biblia. Así cualquiera pues. Pero ya no es así. Piña.

En la Carta a los Romanos (1, 26-27), de la biblia, se dice claramente: "los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío". La secta católica enseña, desde sus inicios, que los homosexuales practicantes se irán al infierno. Por más que en el último catecismo digan que no hay que discriminarlos, sus enseñanzas los discriminan tanto que los envían de cabeza al fuego eterno. Cualquier otra explicación es pura politiquería de curas que no saben cómo mierda mantener a la gente que se les está yendo ante ofertas religiosas menos hipócritas y manchadas que la suya. Por más perdones del papa y otras cojudeces.

Y termino esta patada al culo de la secta católica con La cita.
Esta fue escrita por San Pablo en su Primera Carta a los Corintios (6, 9-10). Provecho, la dedico a los curas manipuladores que engañan a sus fieles y quieren hacerles creer que son más buena gentes que San Pablo y monseñor Cipriani: "¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios". ¡Toma mientras! curita mentiroso que andas vendiendo tu tradición al mejor postor. Cipriani dijo una estupidez, pero la culpa no es de él, sólo repitió con sinceridad lo que le enseñó su secta, mientras otros hipócritas se hacen los "de mente abierta".

Conclusión: maricas y lesbianas, a cambiarse de religión.

¡Para incitar a muchos a apartarse del rebaño, para eso he venido!
Que así sea.

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