DE ESPAÑA: Muntadas, arte y rebeldía

Contra los medianos sacrosantos y tan vituperados (justamente) medios de comunicación masiva (llamados, para simplificar, media, con una derivación sajona), tienen a uno de sus más apocalípticos críticos en el catalán Antoni Muntadas, cuya obra selecta puede verse en el Centro Cultural de España (Natalio Sánchez 181-185, Plaza Washington, altura de la cuadra 6 de la avenida Arequipa, Santa Beatriz).

Residente en la metrópoli neoyorkina desde 1971, podemos considerar que es allí donde sufre el aplastante peso de los medios de comunicación, y es allí, asimismo, donde le nace la voluntad de desmitificarlos.

La reflexión sobre el arte, además, le viene a Muntadas por el doble ejercicio, tanto de la creación (la práctica artística), como el desempeño de una brillante labor docente en instituciones de tanto prestigio como el mundialmente conocido MIT (Massachusetts Instituto of Technology), la Universidad de California en San Diego, la Universidad de San Pablo y la Escuela Superior de Bellas Artes de París.

Como artista de nota, sus obras se han exhibido en las más importantes muestras y museos del mundo, entre los que se cuentan las Bienales de Venecia, París y San Pablo, el Museo Guggenheim, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Instituto Valenciano de Arte Moderno y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de España.

Estamos hablando, pues, de un creador de talla universal que, quizá, sea el idóneo para inaugurar, entre nosotros, el siglo y el milenio de un mundo, como el de arte que, en sus mejores representantes, siempre deberá contener acerbas críticas a los excesos de la deshumanización, a cuya vanguardia se encuentran los medios de comunicación.

Antoni Muntadas ha sido llamado, por Armand Mattelart, (recordado gurú de los media en la década del 70) "el artista de los medios de comunicación" quizá por el poder corrosivo de su obra donde el vídeo, la fotografía y el sonidos son imprescindibles. Muntadas ejerce la magia de cuestionar a los medios desde los medios mismos.

Acá, el Centro Cultural de España, de la AECI (Agencia Española de Cooperación Internacional) presenta instalaciones realizadas por el artista entre 1980 y 1998, y que han sido mostradas ante públicos tan exigentes como los de Montevideo, Asunción, Idianápolis, Lisboa, San Pablo, Munich, Innsbruck, Sidney y Buenos Aires.

Las obras que se pueden ver son La televisión (1980); Palabras: La Sala de Prensa (1991); Retrato (1994); Retratos (1995); y La Siesta (1995).

Caracterizado como un pionero del videoarte, Muntadas desde el comienzo, ante la imposibilidad de contener el avance demoledor de los medios, apostó por las nuevas tecnologías, a las que incorporó en la creación de sus propios modelos sobre los que ha articulado el estilo propio que lo caracteriza.

Obviamente, frente a estos, uno de sus puntos de preocupación es la relación individuo-sociedad, la cual maneja con un nivel de provocación que siempre conduce a la reflexión sobre la realidad que nos agobia, y en la que como celestinas, se mueven los medias.

Leamos cómo caracteriza Mattelart a Muntadas: "treinta años han pasado, desde 1998, cuando irrumpieron las rebeliones contra la sociedad de consumo de los estudiantes franceses y de los jóvenes de los campus del mundo entero... Si la palabra vanguardia no se hubiese trillado tanto en la historia de las luchas, diría que Muntadas fue vanguardista desde sus primeras obras. Frente al eslogan de mayo del 68, rebelión que privilegiaba el mundo de Guttenberg ("Toda la prensa es exótica. Leed las octavillas, los carteles, el periódico mural", podía hallarse en las paredes de París), el artista catalán prefirió apropiarse de los medios de comunicación de forma plural. Por ello, hoy en día, además de sus obras videográficas, sus montajes incluyen fotos, textos, cultura, sonido, vídeo. Y, apropiándose de las inmensas virtualidades del ciberespacio, se ve proyectado a inventariar las censuras y los tabúes culturales en una versión web de "The File Room".

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