El imperio romano fue una de las civilizaciones más importantes de la historia conocida del hombre. Al final de su vida, Marco Aurelio, uno de los emperadores más importantes de Roma, cuestiona las raíces mismas de la política y desea llevar adelante una reforma del imperio, el cual, según su deseo, debería convertirse en República, bajo el gobierno de un Senado. Pero su hijo, Cómodo, tiene otros planes. Traumado por la falta de una figura paterna, de espíritu rencoroso y vengativo, Cómodo no deja que se cumplan los deseos de su padre y asume su cargo como nuevo emperador de Roma.

Pero sus planes no están libres de obstáculos. Aelio Máximo, el general de mayor valentía y más confiable para Marco Aurelio, no va a permitir que se atropelle el deseo de quien fuera casi un padre para él.

Desde que Marco Aurelio muere, se inicia la transformación que llevó a la eternidad a este general romano. Se libra de morir y pasa de esclavo a gladiador, luego a héroe y salvador de Roma.

Esta historia, magníficamente tratada, es una lección de política, en donde vemos cómo la historia es una contínua repetición de estupideces que el ser humano imita sin importar siquiera si hay que deshacerse de los seres más queridos o cercanos, sólo cambiando escenarios y tiempos. Salí con la impresión de que el ser humano es, en esencia, un animal incapaz de aprender de sus errores pasados y con la decepción de ver hoy lo que siempre se ha visto: una intriga tras otra, una lucha por el poder tras otra. Las víctimas: el pueblo que no se pregunta, sino sigue y repite las estupideces de sus líderes como un rebaño inconsciente de que lo están llevando a un abismo en el que no importan los nombres ni los sentimientos, sólo los votos, los aplausos y la fama que da ostentar o enfrentar el poder.
Esta es una de las mejores películas que he visto, además de ser de lo más oportuna en estos momentos en que la violencia amenaza con ahogar a nuestro país y en el que ya nada se respeta.

Las actuaciones son impecables. El mensaje no se pierde en la magnificencia de una superproducción, las imágenes son maravillosas, pero sólo sirven para intensificar el mensaje. La crudeza de las escenas de lucha nos recuerdan que Spielberg está detrás.

La recomiendo como recomendaría la última película que vería si mañana fuera el fin del mundo. Pero a quienes más se la recomiendo es a los congresistas recién elegidos. Hay mucho mensaje para ellos, si es que no se hacen los sordos. A Toledo no se la recomiendo, podría alucinarse algo que no es. No hay que ser brillante para entender el mensaje, pero sí hay que tener la mente abierta, cualidad que le niego al rey de la cantinflada. Y disculpen que meta política en mi comentario de cine, pero esta película trata justamente de este tema.

ESTRENO EN VÍDEO
"LA MALDICIÓN"
No es una excelente película de terror, pero por momentos sí asusta. El suspenso está bien trabajado. Hay tomas muy interesantes y la escenografía captará tu atención. La trama es interesante y bien manejada. Las actuaciones sorprenden, en especial la de Lili Taylor, quien antes de esta película no había hecho grandes cosas en el cine, salvo una aparición segundona en una película de Mel Gibson. El torcido personaje encarnado por la preciosa Catherine Zeta-Jones le da un toque especial al guión. No es una chica común y corriente. Vale la pena gastar unos soles para alquilarla, aunque, sabiendo que es una producción de Dreamworks (de Spielberg), esperaba mejores efectos especiales.

Y cuando me veas por el cine, no me tengas miedo. Soy tu amigable vecino. CINEMAN...

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