Escribe: José Enrique Escardó quintopie@genteperu.com

"Quien quiere ser un creador ha de ser primero un destructor y quebrantar valores"

«Hambrienta, violenta, solitaria, sin Dios:así se quiere a sí misma la voluntad-león. Liberada de los placeres del esclavo, redimida de dioses y de adoraciones, impávida y aterradora, grande y solitaria: así es la voluntad del hombre veraz». (Friedrich Nietzche, Así habló Zarathustra).

ABRE LAS PIERNAS A UN NUEVO LÍDER

El hombre se ha acostumbrado a prostituírse a líderes vacíos. El desmedido deseo de ganar dinero y posición ha derretido las emociones humanas y las ha moldeado para convertirlas en prostitutas frías que se acomodan al cliente de turno, por más barato que éste sea.

El ser humano se ha convertido en un parásito que vive de las decisiones de otros, en una perra en celo que le regala el trasero al perro más fuerte. Se deja oler por varios y luego escoge al más bravo para servirlo. El ser humano vive de quienes lo abusan, porque así se siente necesitado. Y no se da cuenta de que está siendo utilizado como una puta y que luego será desechado.

No debería decir esto, no debería contarlo. Si te hace sufrir lo que te digo, perdóname. Es como a un hijo, a veces tienes que castigarlo y lo haces sufrir. Pero tú, como padre, sufres más aún. Así me siento yo, tengo el deber de empujarte fuerte, pero sólo lo hago porque veo que estás camino al precipicio y si no te empujo hacia atrás, te caerás. Perdóname, también me duele, pero no puedo dejar que te caigas. Mira a tu alrededor y, más importante aún, mira en tu espejo, ahí encontrarás al sucio ser humano del que te hablo.

Mírate, mírate en el espejo. Antes eras tan inocente, tan directo, tan transparente, tus sonrisas eran de verdad -no fabricadas-, no tenías que caerle bien a nadie. Ahora has crecido y te has vuelto un superficial, un hipócrita, no te gusta decir la verdad pero te gusta que te crean sincero, no te gusta expresar tu temor y lo disfrazas en vicios que te quitan tiempo para analizar tu miseria y descubrir lo bueno que puedes rescatar en medio de todo lo asqueroso que te ha obligado a desarrollar tu instinto de supervivencia manipulado por quienes te han comprado (a quienes te has vendido por un precio bajísimo).

Eres una víctima, lo sé. Pero no te das cuenta de que lo eres de ti mismo. Acusas a los demás de lo mismo que tú haces y no te das cuenta. Mientes y condenas al que miente, eres hipócrita y cuando te entrevistan dices que odias la hipocresía, tienes fe ciega en lo que te cuentan los que piensan como tú y criticas a los fanáticos religiosos que creen en sus dogmas, sólo vale lo que te gusta o está de acuerdo contigo. Odias a quienes no te complacen y pides en calles y plazas que nadie odie, eres un pésimo perdedor y predicas con una mueca de dolor que lo importante es participar..., coimeas y criticas a los que se dejan coimear, eres un vendido y le dices a los que piensan por su cuenta que están vendidos al líder que no piensa como el tuyo.

Eres un mediocre y no te das cuenta, porque todo el mundo te adula y te felicita. Nadie te ama lo suficiente como para decirte tus verdades. Yo sí. ¿Y sabes por qué? Porque hace años de años que me vengo diciendo mis verdades, hace años de años que me veo en el espejo. Mientras tú diseñabas tus máscaras, yo estaba despellejándome vivo para verme tal cual soy. Por eso tengo autoridad para hablar de esto. Tú no estás acostumbrado. Tú has vivido de la mano de líderes y no has dejado a uno sin haberte entregado a otro, como la oruga no deja una hoja sin antes cogerse de otra.

Así es tu vida y tus líderes te mantienen así. No es que haya crisis de liderazgo, hay crisis de exigencias por parte de los liderados. Chillan por el pan, pero no se preocupan por nada profundo. Y los líderes son un reflejo de sus seguidores, porque ellos SIEMPRE se exigen a sí mismos hasta donde su rebaño lo aguanta.

Ellos te mienten porque tú quieres que te mientan. A ver si de una vez te das cuenta y dejas de echarle la culpa a otros. Tu destino lo haces tú, no tus líderes, aunque seas su puta preferida.

¡Para incitar a muchos a apartarse del rebaño, para eso he venido!
Que así sea.

Más sobre el autor de la nota