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                         Edición 1325
Artículos de Fondo
Toledo nos hizo los "cholitos"
El candidato mintió sobre su matrimonio



Alejandro Toledo solicitó aparecer en la carátula de GENTE en marzo. Nosotros pensamos que él y Eliane Karp estaban casados, es por ello que nuestro director-fundador sugiere al candidato la foto con la señora Karp, sin saber que ellos en realidad estaban divorciados hace años. Luego de enterarnos de que habían bolas sobre la posibilidad de que Toledo y Karp no fueran esposos realmente, empezamos a investigar el asunto. Descubrimos la verdad y nos sorprendió que Toledo nos haya mentido. La pareja se divorció, en forma absoluta y con consentimiento de ambas partes, el 5 de febrero de 1992 en Estados Unidos.

Esta sentencia fue reconocida en el Perú por el Poder Judicial el 19 de octubre de 1994. Es más, ellos han estado separados desde 1986, según consta en la documentación legal. Ahora sólo están juntos y se refieren el uno al otro como "socios". Pero eso no tiene nada de malo, pues en todo el mundo, en todo caso, la convivencia es una opción de estado civil que no significa un pecado mortal. Lo que no se puede admitir es que el señor Toledo, de buenas a primeras, oculte su verdadera condición de divorciado. ¿Qué de malo tiene? ¿Por qué tuvo que mentir una vez más?

Según obra en el rubro Personas Naturales de la División de Familia del Tribunal Superior del distrito de Columbia, Washington, Alejandro Toledo Manrique y Eliane Chantal Karp Fernenburg se casaron el 20 de enero de 1979 en Sunnyvale, California, Estados Unidos. El 7 de junio de 1982 nació la hija de ambos, Chantal Nathalie y, en 1986, la pareja se separó y vivió continuamente separada y aparte una de otra sin cohabitación desde ese entonces. El documento señala en su folio número tres que "no hay perspectivas razonables de reconciliación de este matrimonio".

Como desde 1992 la pareja ya estaba divorciada, cada quien decidió rehacer sus vida. El matrimonio, como tal, había fracasado.
Durante la primera postulación presidencial de Toledo en 1995, la señora Eliane Karp no participa. Ella se encontraba en Europa y recién regresa a Perú cuando sucede la toma de la residencia del embajador de Japón.

La carátula de GENTE
Para las elecciones generales del 2000, Toledo se presenta nuevamente, pero su porcentaje de adherencias populares estaba muy bajo y nadie le prestaba atención. Para fines de febrero del 2000 (según se supo) Eliane Karp estaba lista para regresar a Europa a trabajar. Para esas fechas, GENTE, tal como hizo con todos los candidatos, decide entrevistar a Toledo. Con motivo de la entrevista, el candidato hace una llamada telefónica a Enrique Escardó V-G, director-fundador, y le pide la carátula. Escardó le dice que no le va a dar la carátula porque no es el estilo de GENTE y porque el hecho de que salga la foto de Toledo no significaría ningún beneficio ni para el candidato ni para la revista. Pero como el olfato de Escardó rara vez falla, se le ocurre la brillante idea: "Con tu mujer sí. Una foto romántica de los dos sí puede servir como carátula". Aquí viene la falsedad. Alejandro Toledo responde: "No, con mi mujer no". No le costó nada decir "no es mi esposa, estamos divorciados" o algo por el estilo. Escardó, sin saber su real estado civil, logró que posaran para nuestra tan comentada como impactante carátula. La foto, en exclusiva, fue publicada en nuestra edición del 1 de marzo de este año. En ese momento, Toledo apenas alcanzaba un seis por ciento en las encuestas. La carátula fue un golazo de media cancha. En la entrevista, Toledo señala que sí hubo distanciamiento entre ellos: "Hemos estado separados por diez años. Tuvimos nuestros altos y bajos. Pero hoy día más que nunca tenemos una relación muy sólida. Yo he estado diez años soltero, ella también". La verdad a medias.

Incluso en otros medios locales, entre ellos "Caretas", declara que era padre y madre de su hija Chantal y que se encontraba libre por su nuevo estado civil.
Luego la presentó como su socia, sin negar tajantemente en ningún momento las referencias a ella como su esposa. Pues bien, cuando la pareja Toledo-Karp apareció en la carátula de GENTE, sus bonos aumentaron tremendamente y empezó su despegue. La señora Karp se queda en el Perú y empieza a aparecer siempre al lado de Toledo y es así como se ha constituido en una de las piezas más importantes en su campaña política. Algunas encuestas dicen que ella puede llegar a representar hasta 10% de sus preferencias entre el electorado.

Los documentos
Teniendo en cuenta que la pareja Toledo-Karp ya estaba separada de cuerpo desde 1986, ella decide entablar demanda de divorcio absoluto contra Toledo el 19 de junio de 1991 ante el Tribunal Superior del Distrito de Columbia, Washington. En la acción de demanda también se define la custodia oficial de la hija de ambos, Chantal, que finalmente recayó en el padre. Por su parte, la señora Eliane aceptó desprenderse de su hija para que la críe su padre.

Posteriormente, Toledo solicitó que dicha sentencia de divorcio sea reconocida en el Perú. De esta forma, la Tercera Sala Civil de Lima da su aprobación a este pedido el 19 de octubre de 1994.

En suma, el matrimonio Toledo-Karp no existe, pues tanto en Estados Unidos como en el Perú, el divorcio absoluto ha sido aceptado en toda su extensión. Es más, parece ser que Eliane Karp se habría casado nuevamente, esta vez con un francés. Se nos ha mencionado un nombre pero, al más puro estilo de Magaly, este dato está "sin confirmar", es por ello que no creemos prudente revelarlo hasta tener seguridad absoluta. Ahora sí se entiende el porqué de la utilización del término "socios" para referirse el uno al otro.

Recordemos que la señora Karp, reiteradamente, ha expresado que se nacionalizará peruana sólo en caso de que Toledo gane las elecciones. "El 29 de julio me nacionalizo", ha dicho. Es decir, antes de esa fecha no lo piensa hacer porque simplemente está a la espera del desenlance final, para el caso de que gane Toledo. Pero aquí es indispensable observar el tema referido a su nacionalización. ¿Cómo lo hará, sobre todo ahora que sabemos que no está casada? De repente pedirá asesoramiento a Baruch Ivcher, experto en nacionalidad "bamba", quien ha entrado con alma, corazón, bolsillo y vida a jugársela al 100% por Toledo.

Hay que dejar en claro que hasta el 5 de abril, fecha en que obtuvimos los documentos en el Registro Personal de la Oficina Registral de Lima y Callao, no hay ningún añadido que señale que se han vuelto a casar ni en el Perú ni en el extranjero. Si así fuera, esto debería constar en los registros.

Como pueden observar, estas precisiones han sido recogidas de documentos legales que obran en nuestro poder y que pueden ser solicitados por cualquier ciudadano en las oficinas de Registro públicos de Lima y Callao, sin ningún obstáculo.

Creemos que Toledo no tenía por qué mentirnos, más aún cuando habría incurrido en el presunto delito de falsedad genérica al haber falseado su estado civil cuando tramitó su documento de identidad en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec).

El 11 de abril de 1997, cuando Toledo se presentó al Reniec para tramitar el referido documento, dijo que su estado civil era casado, cuando hace cinco años ya estaba divorciado.

Precisiones
Alejandro Toledo y Eliane Karp conocen exhaustivamente estos documentos, pues ellos los han tramitado una y otra vez, hasta llegar a la sentencia en donde los declaran en divorcio absoluto. La señora Eliane, en cada manifestación pública siempre ha señalado a Toledo como su esposo, a sabiendas de que esto no era cierto. De igual forma Toledo se pasó de vivo y nos hizo los "cholitos" al ocultarnos su verdadero estado civil. Por supuesto que usar la frase "hacernos los cholitos" no es ninguna referencia racista, sólo es un decir popular que coincide, además, con el apelativo de Toledo, "el cholo de Harvard".

Alejandro Toledo debe una explicación, no sólo a la revista GENTE, sino al país entero. Nosotros sabemos que usted y su ex esposa quieren lo mejor para el país, pero partamos del principio de no engañarlo, no hay necesidad de ello, ¿o es que acaso piensa colocar como cliché, en su estandarte personal, ese viejo refrán que dice así: "Miente, miente, que algo queda"? Esperemos que no.







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