A través de la historia, los candidatos a la presidencia de la República han tenido como marco para sus campañas proselitistas manifestaciones en cuanta plaza pública de Lima y de provincias les sean permitidas. Pero no siempre esa convocatoria masiva se traduce en votos.
Un ejemplo de esto se pudo ver cuando, en las elecciones presidenciales de 1995, Ricardo Belmont Casinnelli, con su movimiento Obras, atiborraba de gente las principales plazas de la capital y de provincias. Pero, a la hora de los loros, los resultados le fueron adversos. De ser el favorito para llegar a la Casa de Pizarro, quedó relegado a un quinto lugar, consiguiendo 192,289 votos, es decir un ínfimo 2.58 por ciento que lo sepultó políticamente.

En el actual proceso electoral, nuevamente los candidatos tuvieron la oportunidad de convocar al pueblo, utilizando hasta grupos tecnocumbieros. Este es el caso de los dos candidatos que han llegado hasta la segunda vuelta. Fujimori, por ejemplo, no dudó en realizar un mitin, contratando, nada más y nada menos que a los mejores exponentes de la música popular. "El ritmo del chino", se convirtió en el himno de Perú 2000.

Alejandro Toledo, por su parte, ha visitado cuanta plaza existe en el Perú, siempre con ofreciemientos populistas. "El cholo de Harvard" logró encandilar a los asistentes quienes, masivamente, escuchaban sus ocurrencias. Pero no olvidemos lo que le ocurrió al "hermanón" Ricardo Belmont. No siempre la cantidad de personas que acuden a estas manifestaciones necesariamente votarán por el candidato que más carajos dice. Otro ejemplo se dio durante la campaña del año 85. Alfonso Barrantes contaba con una masiva concurrencia en sus mítines. "Frejolito", llenaba las plazas públicas, pero finalmente no ganó. No olvidemos tampoco la gran asistencia lograda por el Frente de Liberación Nacional, que prácticamente llenó la Plaza San Martín con más de 60 mil personas. La mayoría eran curiosos que no participaban del entusiasmo de los menos. El Frente estaba constituido por comunistas y fidelistas, pero estos, en última instancia, apoyaron la candidatura de Fernando Belaúnde Terry.

Manifestación del 9 de abril
Los asistentes a las manifestaciones del candidato Alejandro Toledo, el domingo 9 de abril por la noche, fueron jóvenes líderes universitarios, muchos de los cuales no estaban allí por apoyo al candidato de "Perú Posible". No, se trataba de jóvenes que estaban a favor de un cambio, más no a favor de Toledo, por encontrarlo inseguro, contradictorio y muchas veces falso.

El apoyo popular que recibe Toledo es importante, pero no garantiza una votación. Es cierto que en la década del 30 las manifestaciones definían una elección, como por ejemplo la del líder del APRA, Víctor Raúl Haya de la Torre, en el año 1931. El contacto con la gente y recorrer las provincias era crucial. Ya a finales de la d{ecada del 50, con la aparición de la televisión, las manifestaciones han pasado a ser sólo un síntoma de apoyo popular más no un factor fundamental para definir una elección.

Volviéndo a la noche del domingo 9 de abril, la actitud violenta de algunos toledistas sembró serias dudas de lo que sucedería frente a las rejas de Palacio. Pero Toledo se dejó llevar, como señalaron algunas voces, por el espíritu indómito de los jóvenes universitarios que le solicitaban ir a la Plaza Mayor. "Ellos marcharon porque perdieron el miedo al autoritarismo", nos dice Toledo. "La gente estaba tan enardecida que tomó la decisión de ir a la Plaza por que sino el hotel Sheraton iba a pagar 'pato'". Para él, la caminata fue pacífica. No reconoce hechos violentos como los ocurridos con la a unidad móvil de Panamericana Televisión y con el camarógrafo del canal 7, golpeado salvajemente. "Yo no puedo controlarlo todo", nos dice."El canal 5 se prestó para cambiar la cifras porque lo apretaron, porque Joy Way fue a hablar con Schutz". Además, "mi caminata permitió diluir un poco esa euforia".

En estos últimos viajes a provincias del candidato Alejandro Toledo, GENTE lo acompañó y pudo conversar largamente con él, a miles de pies de altura, a bordo del Antonov de una empresa particular. Está vez los destinos eran Piura, Chulucanas, Chichayo, Trujillo, Cajamarca, Cusco, Sicuani. Una vez más, grandes manifestaciones reinaron en estos lugares.

Luego de que el candidato leía las notas de la prensa y chequeaba, rápidamente, algunos titulares habló, entre otras cosas, sobre la verdad de su retiro de la segunda vuelta y de la foto que GENTE tomó en exclusiva la noche del 9 de abril, donde él aparece acompañado por otros candidatos junto a botellas de licor.

La historia de la foto
Sobre la verdad de la foto, tomada antes de que Toledo marchara a Palacio, nos dijo, con toda la frescura del mundo, que esas imágenes fueron tomadas después de la marcha. Y muy suelto de huesos, enseguida ensaya una historia: "La realidad es que vinieron amigos demócratas que estaban celebrando lo que en esa noche aconteció, después de la caminata. Yo no estuve allí. Cuando regresé de la caminata encontré a la gente que estaba en la mesa y tenía que informarles a ellos lo que estaba aconteciendo". Y, para colmo de males, agrega: "esa es la prensa secuestrada, que distorsiona los hechos". ¿O él es mitómano o nosotros estamos locos? ¿Qué pretende el señor Toledo al hacernos creer eso cuando él sabe muy bien que miente? La foto con la botella de Absolut y Johnnie Walker fue tomada antes de la marcha. Esto, sin decir que la ley seca impide beber licor 24 horas antes y 12 horas después.

Toledo podrá tomarse todos los Vodkas que quiera. Pero decirnos esto así en nuestra propia cara ¡es inaceptable! ¿Quién no se toma sus copas los fines de semana? o ¿en plena ley seca como lo hizo Toledo? Seguro que más de uno. Pero no todos somos candidatos a la presidencia de la República. Esperamos que sea prudente ahora que tiene el apoyo de nuevos asesores, pero no mienta ¡por favor! Y por más jóvenes inexpertos, verdaderos ayayeros o simples oportunistas le digan que usted es el mesías de la democracia en el Perú, le recomendamos revisar nuestra historia, que tumultos de gente, señor Toledo, no necesariamente se traduce en votos.

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