y no de bestializar
Siempre cultísimo, ameno y controvertido, Javier Valle Riestra es uno de los pocos que se mantiene equidistante de Fujimori y Toledo. Muchos no lo entienden porque no se pone de parte de ninguno de los dos. Su voto en blanco en primera vuelta y sus años de experiencia política lo vuelven una voz autorizada para opinar sobre lo que está pasando y lo que pasará en estas elecciones. Pero, siempre con el riesgo de ser interpretado como si apoyara a uno de los dos lados, dependiendo de quienes lean sus comentarios. Pero, a él no le importa, porque él sabe, como escribió en "Así habló Zarathustra" (capítulo "De las moscas del mercado") Friedrich Nietzche a finales del siglo XIX: "Quieren de ti un 'sí' o un 'no'. ¡Desgraciado de ti si intentas situar tu silla entre un pro y un contra!".
Usted está en los medios de comunicación casi con tanta frecuencia como los candidatos. Sus puntos de vista no sólo son objetivos, sino claros e imparciales, pero hay quienes no pueden ver esa imparcialidad y lo tachan de progobiernista...
Hay varias cosas que demuestran mi imparcialidad en contra de cualquier rumor sobre mi conducta pol’tica. Yo, al señor Fujimori no lo veo desde el 23 de agosto de 1998 cuando le pasé la posta al señor Pandolfi. Yo no volví a ver al jefe de Estado, ni tuve ningún tipo de contacto con él. Al único funcionario vinculado con este régimen que he visto desde ese momento ha sido al señor Absalón Vásquez. Fue a verme a mi casa para sondear si podía ir en la lista de Perú 2000, pero mis condiciones fueron tan imposibles de admitir que eso no prosperó y murió allí.
¿Más imposibles que las condiciones que impuso para ser Primer Ministro?
Yo actué conforme a mis convicciones. El general Nicolás de Bari Hermoza estaba con el Presidente de la República y me pidió que los ayudase a reconstruir su imagen en materia de derechos humanos, entonces yo actué conforme a mi propio libreto y eso trajo los entredichos que significaron un apoyo tibio de la mayoría y la hostilidad envidiosa y rencorosa de la minoría que, en lugar de entender mi mensaje, que era lo mejor para el Perú, no hizo más que sabotearlo, pese a que mis argumentos, ideología y mi idioma eran los de un demócrata. Cuando opino, lo hago como lo debe hacer un viejo estadista, a los 68 años, cuando ya no tienes codicias ni ambiciones, sólo piensas en la patria y procuras no parcializarte, sino ser independiente.
Pero le hemos escuchado frases muy fuertes contra la oposición en los últimos días... Yo soy una persona absolutamente imparcial. Estoy equidistante del fujimorismo por su obstinación de no evolucionar, de no derogar las leyes inconstitucionales, absolutamente innecesarias para un buen desempeño político. También estoy equidistante de la oposición porque no encuentro en ella más mensaje que el de la revancha, de la venganza, del antejuicio, de la denuncia comisarial. Todos los que están llegando al parlamento no tienen una doctrina constitucional, no hay una posición legislativa de tratar de reformar el orden legal para darle una buena imagen internacional, sólo tienen el plan de acusar y de perseguir.
Y eso es lo que han hecho también con este proceso electoral...
El proceso tiene una raíz de ilegitimidad, que no parte de un fraude sino de una ley de interpretación auténtica, porque el parlamento no puede interpretar la Constitución para darle un sentido diferente a la misma. Pero, cuando Fujimori se inscribe, todos los contrincantes se someten a lo que dice la justicia electoral.
Ellos mismos, sin presión de nadie, inscriben sus candidaturas, con lo cual están dando fe a un proceso que luego tachan de fraudulento e irregular. Es más, el domingo 9, Toledo legitimó el proceso al creer en los sondeos de boca de ánfora.
Para él, esa proyección favorable a su candidatura le permitió elogiar los comicios como intachables y ultrademocráticos, porque consagraba aparentemente su presidencia. Pero, en la noche comienza a alegar que es fraude y que esperará los resultados de Transparencia, ONG que no le dio la razón. En ese instante, incita a una juventud idealista que cree estar haciendo una revolución al marchar a Palacio de Gobierno, con los trastornos internos y externos que esto le ha causado al Perú.
Y sabiendo que habían simpatizantes de Perú 2000 afuera de Palacio de Gobierno...
Pudo haber causado un conflicto, allí demuestra su irresponsabilidad.
La asistencia de los electores a las urnas también ha legitimado el proceso.
En estas elecciones hubouna alta concurrencia. El ausentismo habría podido descalificar moralmente las elecciones, con lo cual vuelve a producirse una legitimación del proceso.
Usted ha dicho que la segunda vuelta formal todavía no se ha dado, pero que con lo que hizo Toledo ese domingo de elecciones, para él ya fue su segunda vuelta.
Sí, la gente sensata y cuerda del Perú que votó por él por castigar a Fujimori ha reflexionado y ha dicho: '¿Cómo votamos por este señor que estuvo poseso aquel día?'. Allí se le vio cómo era socialmente. Es una persona a la que yo no tacho porque estuviera vinculado a CLAE o porque sea amigo de Manrique y haya sido su asesor. Por eso no es culpable de ninguna infracción punible. Si su DNI dice que es casado o soltero, a mí no me importa. Si tiene una hija extramatrimonial, me atengo a lo que digan los tribunales, que han sentenciado a su favor. Lo ampara la cosa juzgada. Si está casado, muy burgués; si no está casado, muy romántico.
El hecho real es que, el 9 de abril se hundió, porque allí demostró que ha tenido muy malos asesores. El peor, como hemos visto en la foto exclusiva que GENTE publicó en la edición anterior y que luego apareció en otros medios, fue el escocés Johnnie Walker.
En sus campañas, los candidatos se dirigieron a la población en mítines. Usted ha hablado muy fuertemente en contra de esos discursos.
Los discursos estaban dirigidos a la masa. Siempre ha existido la masa pobre y proletaria, pero por ejemplo, vimos a un Haya de la Torre que sabía dirigir y orientar a la masa. Mencionaba a Marcel Proust ("vayamos en busca del tiempo perdido") y a Don Quijote ("yo descanso cabalgando"), aunque quizás había gente que no lo entendía. Los políticos tienen la misión de educar y no de bestializar.
¿Ahora los políticos subestiman la capacidad de comprensión de la masa?
Los discursos de Toledo y de Fujimori no tenían ninguna consistencia, ni pies ni cabeza, eran discursos de eslogans. El soberano, el líder, debe educar al pueblo, esa es su misión.
El comportamiento de Toledo en toda la campaña ha sido y es difícil de entender para muchos.
Un hombre que quiere restaurar la democracia y es un líder y se cree un mesías, tiene que tener algún antecedente político. Nadie sabe qué hizo durante el golpe militar de Velasco. Un coetáneo de él, Victor Andrés García Belaunde, el año 68 estaba en las calles trompeándose con los golpistas y después fue diputado dos veces. Sólo se sabe que en el 80, Toledo tenía 34 años y se vuelve un burócrata del ministerio de trabajo. Pero, en el 85 ¿qué hace con el dilema del APRA y el anti APRA? En el 90 tenía 44 años, ¿cuál fue su posición al ser elegido Fujimori? En el 92 se produce un golpe de Estado, ¿cuál era su posición? Hay una oscuridad absoluta en este mesías. ¿Qué artículo ha publicado, qué cátedra notable ha desempeñado? No existe, es simplemente un espejismo. En cambio Fujimori, viene de haber polemizado con Vargas Llosa que es una de las grandes inteligencias del Perú y de haberlo dejado mal parado. Este hombre modesto lo puso contra las cuerdas. Más fácil le será ahora, con 10 años como gobernante, enfrentar a un hombre que no tiene la menor idea de las tareas de gobierno. Yo pienso que en los próximos 5 años a Fujimori se le puede llevar a la democratización, puede haber un gabinete multipartidario que tiene que nombrar el gobierno y tiene que aprobar el Congreso.
No se necesita una fórmula de economista, ni traer técnicos de afuera como dice Toledo, eso es lógico y lo sabe cualquiera. Si creamos un ambiente adecuado, un hábitat de paz, de estado de derecho en que hay concordia nacional, la inversión extranjera vendrá. Lógicamente, habrá más puestos de trabajo. No se puede autogenerar puestos de trabajo sino con el concurso del capital extranjero. Y esto no se logra con un candidato que más que estadista parece un agitador universitario. Toledo parecía, en un momento, un candidato presidencial, ahora parece un líder de la Federación de Estudiantes del Perú, eso no es un buen retrato externo.
Pero también se ha dicho que Fujimori no tenía biografía política en el 90...
Pero él no pretendía ser el restaurador de la democracia, ni se presentaba como el Cristo de la libertad. Abel Salinas, con 68 años tiene una vida política en la lucha por la libertad. Pero, ¿qué ha sido de Toledo, quién es, cuál es su biografía?
Lo que sí se sabe de él es que ahora sale a decir que hay fraude porque el pueblo no quiso que gane...
Yo sostuve el 30 de marzo, en mi artículo 'Técnica Democrática del Golpe de Estado' que si estas elecciones son fraudulentas, se hubiera tenido que convocar una legislatura extraordinaria para derogar las leyes inconstitucionales y la ley del referéndum, la de interpretación auténtica, la de intervención de las universidades, adaptar la legislación electoral a los estándares internacionales, convocar a una comisión multipartidaria de jurisperitos para anteproyectar una nueva Constitución sometible a plebiscito (facultades delegadas a un triunvirato y nuevas elecciones, etc.).
Es como lo del casino, si gano es un gran casino y si pierdo los del casino son unos tramposos, eso no es coherente. Ya estamos con un parlamento no representativo elegido. Toledo, con este comportamiento, es muy peligroso para el país. Carlos Ferrero, su candidato a la primera vicepresidencia, es un hombre peligrosísimo. Cuando era congresista de la mayoría dijo: 'No queremos paz con el Ecuador, sino una paz armada'. Quería gastar dinero que debiera ir al desarrollo. Al tercer día se contradijo. Al igual que lo que le pasó a Toledo. Por eso la visita del embajador de Ecuador, Horacio Sevilla. Sabe que hay un hombre peligroso, que sabe que hay un problema de frontera y que podría terminar en un conflicto. Los jóvenes que han aplaudido a Toledo en las plazas son los que mueren en los campos de batalla, y él se va al exilio dorado y va a la comunidad europea como el demócrata que trató de restaurar la libertad en el Perú. Entonces, hay una peligrosidad en el candidato y su primer vice presidente. Ferrero se ha atrevido a decir que se está reuniendo con los militares, rompiendo el estado de derecho, ya que no se puede conspirar con los militares porque la Fuerza Armada no es deliberativa. Luego dijo, era uno a uno, para evitar que se considerase conspiración para rebelarse. Allí hay un peligro.
¿Hay un peligro también al unirse Toledo con los perdedores?
Realmente da pena. ¿Quién lo consagró y promulgó como jefe de Estado aquella noche? Es tragicómico que la gente que no representa nada pueda aliarse.
Pero Toledo ha afirmado categóricamente que no hay tal alianza...
Las alianzas son una conducta y allí se ve que hay una conducta de ganadores y perdedores.
Varias veces usted ha dicho que Toledo está poseso. ¿Poseso por él mismo, por la mujer, por sus "ayayeros", por las masas?
Ha dicho barbaridades, como que después de 500 años volvemos al Poder. El Perú no es España ni es el Tahuantisuyo.
El dice que, respondiendo a las masas, tuvo que ir a Palacio "pacíficamente".
Las masas no sólo se expresan en la multitud callejera, sino en los sondeos. Si se guía por lo que le piden las masas en ese instante, así gobernó Alan García, cometió grandes aberraciones haciendo lo que el sondeo le pedía. El estadista debe saber que puede tomar medidas impopulares en un momento determinado, pero que son convenientes para el Perú. Por eso digo yo, que si fueran sinceros y no bocatanes, ¿por qué no provocan la nulidad del proceso electoral? El artículo 184 de la Constitución los respalda. Si ellos son los líderes de la mayoría del país ¿por qué no provocan los votos nulos y blancos? Eso daría lugar a que el presidente del Congreso convocara a elecciones, conforme lo señala el artículo 115 de la Constitución. Allí tendríamos un proceso electoral saneado. El lema de ellos es: ganamos en segunda vuelta o nos vamos a la revuelta. Allí está lo criminal. Eso lo pueden creer los jóvenes, pensando que están haciendo una revolución social, pero lo que están haciendo es seguirle el juego a una persona que estudió en lo Estados Unidos para yuppie y que lo único que quiere es el poder por el poder, pero que es absolutamente peligroso para el Perú. Ruptura o connivencia, y me parece que él está en plan de ruptura si sufre el revés electoral, pero ya será tarde. Después de robado, chapa y candado.
Se ha acusado al gobierno de manipular la legalidad para crear un contexto que sea favorable a su reelección.¿Con algunas de las condiciones para la segunda vuelta, no cree que la oposición está cayendo en el mismo juego que ellos han estado criticando?
Así es. Hay temas que son de carácter constitucional y se necesitarían dos legislaturas ordinarias para ser reformados. Lo que sí debe pedirse es una polémica entre ellos dos. También hay que dar acceso equitativo a los medios de comunicación, ya que a medida que se conozca más a Toledo, la gente se decepcionará más de él. Yo veía vagamente el pensamiento de este quechua, pero cuando lo empiezo a escuchar, veo que tiene un pensamiento totalmente disgregado, entonces si el país ve eso, solito va a quedar mal parado.
¿Qué opina de esos que, por maricones o por piconería, viven en el extranjero, hablan pestes del Perú y ahora dicen que vienen a salvarnos junto a Toledo: Alan García, Vargas Llosa y Baruch Ivcher?
Alan García más que hablar ha sido un intrigante, no lo he leído en ninguna publicación importante en París, entonces su papel es secundario. Vargas Llosa ha escrito artículos en los cuales ha exagerado mucho nuestra realidad. No estamos en la mejor democracia, pero tampoco es un tiranía, tanto que hay una prensa libérrima y las cosas que le dicen al jefe de Estado son inconcebibles en otro país donde exista tribunales para juzgar estos asuntos. Vargas Llosa ha causado un daño relativo. De Ivcher no quiero opinar ya que he tenido varias batallas periodísticas con él, después de haber celebrado un armisticio en el Capitol Grill de Miami el 4 de agosto de 1998, en los días finales de mi premierato. Me llamó lobbyster y cabildero en Europa, lo que era absolutamente falso. Por eso escribí un par de artículos autodefendiéndome.
Toledo siempre dice que los peruanos hemos perdido el miedo. Usted y yo somos peruanos, yo no tengo miedo ni nunca lo tuve, salvo a los coches bomba. ¿Usted le ha tenido miedo a alguien o a algo y ahora lo ha perdido?
Yo siempre he vivido en peligro (creo que desde que estaba en el claustro materno en 1931-32). Siempre he sido opositor. Lo fui de Alan García al llegar al poder. Paradójicamente, lo fui del propio régimen de Fujimori durante mi premierato al sostener tesis héterodoxas y ultrademocráticas. Pero sí tengo miedo de Toledo, y no porque sea perverso, sino porque es un hombre permeable, que por la popularidad y por lo que le digan los sondeos está dispuesto a cualquier cosa. En un gobierno de Toledo no habría garantías en el país, ya que hay una cúpula termocefálica que está detrás de él. Con Fujimori, pese que cometió el error del 5 de abril y algunos otros desmanes contra nuestra democracia, existe la posibilidad de permeabilizarlo e influir para que vaya por el camino democrático. El ha sentido que la mitad del país le ha dicho NO y ha sentido la crítica de las cúpulas internacionales. Aunque no responde al ideal democrático, sí tiene gran sentido de la historia, puede realizar un gobierno democrático. Ya hizo una obra material, la paz en la frontera. Ya hizo una obra de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, ya hizo las carreteras, los colegios. Ahora puede venir la etapa democrática y ser una sorpresa en América y una lección para las burguesías del mundo el que un pobre japonés inmigrante pueda realizar esa tarea de democratización.
Toledo dijo que va a aumentar sueldos en forma significativa a los maestros, médicos, policías, etc. ¿Qué significaría prometer esto y no cumplirlo?
El país tiene que crear un mecanismo que permita que se produzcan esos aumentos sin provocar la quiebra y esa inflación de la que hablan los técnicos. El Perú, por eso necesitaba de la solución con el Ecuador, ya que el armamentismo nos obligaba a tener más cuarteles que escuelas, más generales y menos profesores, la economía que significa ahorrar en gastos bílicos debería invertirse en eso.
La OEA, Stein, Transparencia, Roncagliolo y la Misión Carter pertenecerán al pasado, los procesos electorales pasan. Cuando venga el reordenamiento, lo que va a recordar la gente son las promesas. El que prometa tiene que cumplir, sino puede terminar colgado. Hay tal combustión social en el país que si no se maneja bien, el camino es la rebelión de las masas.
Toledo representa la unidad de la oposición desde el 9 de abril, pero ¿por qué no se le unieron antes los perdedores?
Porque no creían en él. Revisando GENTE de hace unos meses, César Hildebrandt decía que la opción era Castañeda. ¿Quién podía pensar en Toledo, que tenía el 6,9% en noviembre? Además, cometieron muchos errores.
Si Toledo acepta ir a una segunda vuelta, ¿la está legitimando?
La ha estado legitimando en todo momento. El y los demás han contribuido a blanquear el sepulcro electoral. Aquí hay dos temas. Si no se presenta, saldrá ganador el otro candidato, o sea Fujimori. La segunda posibilidad sería ir y perder callado. La tercera posibilidad sería decir "voy y pediré el voto nulo o blanco" que sería una actitud de holocausto. La cuarta es, que pierda e incite al golpe de Estado.
¿Cuál cree que será su decisión?
Pienso que puede optar por la actitud de ruptura, de decir que no hay un proceso electoral legítimo. Pero creo que más bien va elegir el camino del 'kamikaze' que consiste en ir a la elección, legitimándola y, por supuesto, después saldrá con la cuestión del fraude.
¿Qué pasará con el país internacionalmente, si Toledo pierde en la segunda vuelta e incita a la rebelión?
Eso es un acto de felonía, que le haría mucho daño al Perú, porque le causará al país mucho desorden y una probable guerra civil. En el año 62 se hizo eso, Belaunde no reconoció la victoria de Haya de la Torre, que logró la primera mayoría sin obtener el tercio, pero fueron otras circunstancias. Esta vez sí causaría mucha desgracia, sería hacerle un daño incalificable, yo creo que Toledo tiene que meditar bien lo que hace. Debería madurar y decir: "voy a la elección y si pierdo, voy y saludo a Fujimori, le prometo la colaboración de mi gente en el parlamento". Esa sería la actitud de un estadista, de un demócrata. Así tendría un espacio para el 2005. Pero él va a tomar el camino fácil, decir que ha sido elegido presidente, que le han despojado y se irá a visitar universidades extranjeras como el presidente electo del Perú.
Si fuera asesor de Fujimori para la segunda vuelta, ¿que le recomendaría?
Que no tenga miedo, que vaya al debate y ejercite todas las facultades que le da la experiencia de 10 años con esa visión de matemático y de antiguo profesor universitario. Que polemice. En toda polémica hay un riesgo, pero más riesgo sería evadir la polémica.
¿Y si fuera asesor de Toledo?
Que piense en quechua y no en inglés. Ama Llulla. Sobre todo "Ama Llulla".
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