¿Qué culpa tiene elián?El mundo entero critica la forma en que fue tratado este caso por las autoridades norteamericanas, teniendo en cuenta los irreversibles traumas que ya se han apoderado del pequeño balserito,quien primero tuvo que presenciar la muerte de su madre en medio del océano. Venían escapando del régimen castrista para luego afincado ya en una casa-hogar con su tía, ser víctima de una suerte de secuestro con peligro de su vida. Las imágenes de las cadenas de televisión internacional son muy claras, al igual que las fotografías en donde lo muestran en un mar de lágrimas y apabullado por la desesperación. Claro, después en otra toma fotográfica se le exhibe radiante de felicidad al lado de su padre, madrastra y hermano.
Pero no olvidemos la otra cara de la moneda referida a los familiares por parte de su madre quienes se encuentran totalmente desesperados y destrozados moralmente. Su tía Marisleysis González ha denunciado ante el Capitolio la forma en que el gobierno norteamericano le arrebató a su sobrino y ha afirmado que la foto divulgada como prueba del feliz reencuentro con su padre no es actual. Agrega que esas imágenes muestran a un Elián con el pelo más largo y algunos rizos cayendo sobre su frente.
Asimismo se informó que Elián y su padre tendrán que quedarse en Estados Unidos al menos un mes más, mientras dure el proceso judicial abierto ante un tribunal de Atlanta (Georgia).
El padre del balserito permanece con él en la base aérea de Andrews (Maryland), junto a su bebé de seis meses y su esposa. Lo más probable es que toda la familia siga unos días en las instalaciones militares, alejados de la curiosidad de los medios de comunicación.
El padre de Elián ha asegurado que no regresará a Cuba hasta el fin del proceso de apelación, quie tiene fijada la audiencia el próximo 11 de mayo.
En tanto, en el anterior hogar de Elián, (la pequeña Habana), continúan los incidentes callejeros provocados por grupos dispersos de personas que expresaban su cólera y rabia por el desenlace del caso Elián, haciendo hogueras en las calles e impidiendo el tráfico vehicular.
Lo peor ya pasó, pues el niño ya está con su padre, pero la interrogante que fluye en el ambiente es ¿hasta cuándo durará esa felicidad? Realmente, ¿cuál será el futuro de este pequeñín que no tiene culpa de nada? Esperemos que el daño sicológico recibido pueda ser superado. El tiempo lo dirá.
(Por: Lily Castillo)
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