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Artículos de Fondo 
       
Edición 1320
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      Una "lotería"
      llamada Congreso 
 
Crece expectativa por ganarse la "tinka"  

En tiempos de recesión, el sueldo de un congresista de la República es hoy por hoy uno de los más nutritivos beneficios que puede recibir un ciudadano por su trabajo. Es de suponer que un candidato al Congreso parte de la iniciativa de ayudar al país, con auténtica vocación de servicio, pero lo que pocos saben es el gran incentivo que significa tentar una curul, no sólo por la importancia de ser parte del aparato estatal, de legislar en favor del desarrollo de todos los peruanos, sino además, por las grandes ganancias económicas que conlleva convertirse en un "padre de la patria".
Una vez logrado el objetivo y en muchos casos hecha la inversión, el legislador ya instalado asume sus funciones, percibiendo desde el primer momento jugosos presupuestos, que muchos profesionales que diariamente se rompen el alma trabajando desearían algún día percibir, y que así trabajasen cien años, nunca alcanzarían.
Hoy, para ser congresista, poco importa si eres probo en conducta, tampoco si en tu currículum laboral figuran tus diplomas profesionales, o si es comprobada tu vocación de servicio. No, ahora sólo basta tener el contacto necesario, invertir lo necesario para la campaña, y si no eres carismático, matricularte con unos miles de dólares, que a la larga justifican la inversión, es decir, si llegaste al Congreso, simplemente, te ganaste.

A continuación, conozca la suma que cobra mensualmente un congresista, y muérase de envidia.
De sol a soló A tres escasos días de que el pueblo peruano elija a su nuevo presidente de la República y a sus representantes en el Poder Legislativo es bueno saber bien a quién elegiremos y si es que los candidatos que se presentan se merecen tal premio.
Como decíamos, una vez nombrado el nuevo congresista cobrará nada más y nada menos que S/. 26,017.48 al mes. Esta cantidad, multiplicada por quince, porque al año reciben quince sueldos, incluido gratificaciones por Fiestas Patrias, Navidad y vacaciones, etc. etc., la suma sigue y sigue creciendo, es decir S/. 343,443.24, y en cinco años, lo que dura su labor legislativa, contabiliza un total de S/. 1'717,216.20, mejor que la tinka, ¿o no? Esto, por cada uno de los parlamentarios que nos representan.
El dinero de todos los peruanos
Pero por los 120 "padres de la patria", el Congreso de la República gasta sólo en sueldos la nada despreciable suma de S/.206'065,940. Esto sin contar otros beneficios que obtiene cada uno de ellos minutos después de haber asumido el cargo. En realidad, una pequeña fortuna en un país como el nuestro en la que muchos peruanos nunca han soñado con tener en su vida tanta plata junta. Ojo que no está en cuestión si verdaderamente el congresista lo merece.
Durante mucho tiempo, uno de los temas que más se ha discutido a nivel general es si realmente nuestros padres de la patria deben percibir una suma tan alta por sus servicios como legisladores. Muchos justifican este ostentoso sueldo al asegurar que su "alta investidura" y los gastos extras que manejan, entíendase esto por gastos de movilidad, viajes, gasolina, carro, etc., así lo exige. Pero quizás lo más curioso del asunto es que existen parlamentarios que no han realizado una justificable obra en el Parlamento, y en la mayoría de los casos hoy se presentan a la reelección. También hay muchos otros que en muy pocas oportunidades han presentado proyectos de ley y lo que es peor, muchas veces ni siquiera participan en labores legislativas y menos en los debates del pleno. Muchos periodistas que suelen cubrir diariamente las actividades parlamentarias no conocen ni la voz de muchos de ellos.

El detalle
Ahora, analicemos detalladamente cómo cada uno de los congresistas llega a cobrar tan elevada suma.
En primer lugar, cada uno de ellos recibe puntualmente cada mes una boleta de pago, que está dividida en tres rubros: remuneraciones, función congresal y otro pequeño porcentaje más. La remuneración viene a ser el sueldo del congresista, que es de 5,113.20 soles, la función congresal, correspondiente a la investidura, llega a la cantidad de 5,172.48 soles; y por último, un pequeño porcentaje de 125.40 soles. Sumada toda esa cantidad se llega al total de 10,411.16 soles. Paralelamente, recibe un cheque denominado asignación extraordinaria, respecto a gastos por viáticos 5,848.08 soles, vehículos 2,610.75 soles, combustible 2,229.68 soles, racionamiento 1,100.00 soles y pasajes 3,926.57 soles, en total 15,715.00 soles. De dicha suma, sólo está obligado a rendir cuenta del 30% del dinero; entendido criollamente, esto puede significar que del 70% del dinero restante puede hacer lo que él crea conveniente. Entiéndase eso como responsabilidad de cada uno de los congresistas.
Consultamos al respecto con algunos asesores, quienes aseguran que esta asignación extraordinaria se justifica siempre y cuando el parlamentario sea de provincias y por lo tanto necesita de dicha cantidad para poder movilizarse. Pero qué pasa con aquellos que son capitalinos, como la mayoría. ¿Ese dinero a dónde va? ¿Por qué sólo se debe justificar menos de la mitad del dinero asignado para gastos extras? Estas son algunas preguntas que hasta el momento no tienen respuesta.

Otros gastos
Pero, un "padre de la patria" no sólo cuenta con estos beneficios anteriormente mencionados. Desde el primer momento en que asume su labor legislativa, cada uno de ellos tiene derecho a una oficina particular, esto depende del cargo que ostente, es decir, puede estar dentro del mismo hemiciclo si es presidente de alguna comisión o en caso contrario ocuparía una de las oficinas que se encuentran ubicadas en los edificios que posee el Congreso, en sus inmediaciones. Obviamente, los gastos por teléfono, fax, fotocopiadora, computadoras, etc., etc., etc. son pagados por el Congreso y no afectan el presupuesto asignado. Nada que ver, eso es intocable.
Respecto al personal, todo parlamentario tiene derecho a contar con un asesor, una o dos secretarias, un asistente o auxiliar y un agente de seguridad, estos gastos van directamente a la planilla del Congreso.
En este caso, queremos hacer un parántesis para contar un caso muy particular que sucede con el sueldo de dichos trabajadores.
En 1995, cuando el Congreso se convirtió de bicameral a unicameral, disminuyendo el número de parlamentarios, estos comenzaron a protestar porque eso significaba mayor trabajo, no sólo para ellos, sino también para su personal. Por lo tanto, solicitaron que se les aumente el presupuesto para poder contar con más personal. Al negársele dicha solicitud asegurando que no había más presupuesto, el congresista de UPP, Carlos Chipoco, presentó un proyecto de ley que solicitaba que se permitiera dividir el sueldo de los trabajadores para así poder contratar a otro. Este proyecto de ley fue aprobado casi por unanimidad, el único que se opuso fue Javier Diez Canseco, quien en esta oportunidad no contó con el apoyo necesario para su reelección y se quedó sin opción, a pesar de que se trata de un parlamentario serio y de grandes aportes. Desde ese momento, cada congresista puede decidir, en caso que así lo solicite, pagar el 50 por ciento del sueldo establecido a una secretaria(o) y pagar la otra mitad a otro profesional, pero que realice el mismo trabajo. Los dos estarían en planilla y podrían gozar de todos los beneficios de ley. A raíz de esta ley, también se dieron otros casos, pero un poco escandalosos, como el del congresista Manuel Lajo, quien fue denunciado ante el pleno, acusado de descontar el sueldo de sus trabajadores, pero para beneficio propio. ¿Será posible todo esto?

¿La campaña: cuánto te cuesta, cuánto te vale?
Pero, para poder gozar de todos estos beneficios, cada congresista debe ser elegido por voto popular en elecciones generales cada cinco años. A diferencia de otros cargos, ellos sí pueden ser reelegidos las veces que quieran, si no, vean al "defensor de los viejitos".
Existen abundantes casos de congresistas que tienen muchos años de labor legislativa, como Roger Cáceres Velásquez, quien lleva 44 años de vida parlamentaria y que está nuevamente lanzándose para la reelección. ¿Se imaginan cómo debe estar su alcancía?
Pero, ¿cuánto dinero se gasta un postulante en campaña que quiere servir a la patria y por supuesto, gozar de todas estas gollerías? Esta tiene diversos precios, todo depende de cuánto pueda disponer el candidato y quiera gastar. En caso de que el personaje goce de popularidad o de cierta solvencia moral, la inversión es mínima. Hay casos en que la campaña puede ser austera, y el máximo gasto es en los típicos calendarios y uno que otro folletín. Pero si quieres irte a la segura, la inversión deberá ser en paneles, banderolas, spots en televisión, etc. etc. etc. Si sólo contamos el tiempo de campaña en dos meses esto te cuesta entre diez y veinte mil dólares por decir lo menos. También están los casos de los parlamentarios que se lanzan a la reelección, y que hacen uso de los teléfonos, fax, computadoras y hasta su personal del Congreso para su campaña parlamentaria. ¿Quién dijo que eran tontos?
Esperamos, querido lector, que esta nota te ilustre y que a la hora de elegir a tu representante en el Parlamento, lo hagas conscientemente, porque al final es el dinero de todos los peruanos; y eso que no publicamos las estadísticas de trabajo y la cantidad de proyectos de ley de la actual legislatura. La conclusión, sácala tú, Àes o no un negocio rentable ser un "padre de la patria"? Provecho.

Roger Cáceres Velásquez:
"Hay Congresistas que no trabajan nada"
Con 44 años de labor parlamentaria el Decano de los Congresistas en Iberoamérica afirma que esta actividad es muy sacrificada.
Roger Cáceres Velásquez es uno de los congresistas más conocidos por su permanente presencia en la actividad parlamentaria, que le ha valido ser considerado como el decano de los parlamentarios en Iberoamérica. Por esta razón consideramos que era el más indicado para responder a nuestras dudas y ver si en realidad ser congresista es una actividad rentable o verdaderamente sacrificada. Al principio de la entrevista estuvo un poco a la defensiva, pero luego reconoció que si bien es cierto muchos trabajan, otros hacen dinero con la labor parlamentaria. He aquí sus declaraciones.
Congresista, ¿usted cree que es rentable ser parlamentario?
RC: No, porque en primer lugar lo que he ganado lo he invertido en mis hijos y en mi política. Y lo que he ganado en mi profesión como abogado también ha sido para mis hijos.
Sí, pero es un sueldo muy ostentoso el que perciben los parlamentarios.
RC:Hay un error. El sueldo solamente es de 9 mil soles. Lo otro es una partida que nos sirve para tener nuestro carro, nuestro chofer, nuestra gasolina, nuestros viajes, llamadas telefónicas, etc. Y de todo eso nosotros damos cuenta documentada.
Pero, no de todo...
RC: Bueno, sí, es de un porcentaje. Pero, del otro setenta por ciento, del que no rendimos cuenta, sigue igual destino sobre todo para el que continúa en la política. Para el que no le interesa la política, servir y ganar votos, bueno, dispone de ese dinero, se enriquece con él, lo ahorra. Estar en la política es servir a los demás, trabajando como yo he trabajado. Por eso están las estadísticas y allí se demuestra que yo he trabajado. Además, yo pago personal adicional para que me apoye.
Pero, allí vendría la diferencia, porque así como hay congresistas que el dinero adicional que ganan lo utilizan correctamente también hay otros...
RC: Siempre, habitualmente sirve para los gastos adicionales, para los viajes por el territorio de la República, para el alojamiento, el mantenimiento del vehículo, su reparación, la contratación de personal adicional y otras cosas más.
Pero, ¿ese gasto que usted enumera lo realizan de igual forma todos los congresistas?
RC: Bueno, yo rindo cuentas por lo que hago y lo demuestro con estadísticas. Con un personal normal no se puede hacer ese trabajo, tengo que pagar asesoramiento especial, información especial para poder mantener ese récord de trabajo.
¿Cuántos trabajadores se necesitan para realizar un buen trabajo legislativo?
RC: Con el personal que nos da el Congreso, que son cinco, necesitamos uno o dos más que yo tengo que contratar.
Usted tiene varios años en el Congreso...
RC: Para un congresista que trabaja "a full time" como yo, el dinero es bien utilizado y se le saca ventaja. Para quienes no quieren tener porvenir político, para aquel que lo ve sólo con una mentalidad social, el dinero lo dispone como cree conveniente.
¿Cuál es su opinión respecto a los congresistas que no utilizan la plata convenientemente?
RC: Bueno, mi opinión es que el dinero que nos proporcionan y los gastos auxiliares, si son bien utilizados, sirven para hacer labor política y social y cumplir en forma cabal con el encargo del pueblo. Si no hay ese trabajo social, ese trabajo político, si no hay preocupación por los demás, pues entonces quiere decir que hay un exceso que el congresista se lo gasta para su comodidad, para su enriquecimiento.
¿Eso quiere decir que así como hay parlamentarios que trabajan conscientemente hay otros que despilfarran el dinero asignado?
RC: Claro. Hay congresistas que no trabajan nada, vea usted, las estadísticas dicen lo que ha producido cada parlamentario en proyectos de ley, en pedidos, en mociones.
¿Cuales cree que son la virtudes que debe tener un ciudadano para llegar a ser congresista?
RC: Debe ser gente honorable, que tenga capacidad, que desee trabajar y que tenga sensibilidad humana. Yo tengo todas esas virtudes, las he cultivado hasta la saciedad, hasta el agotamiento.


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