Un chino con "ch" y un cholo con "ch", tal parece que es el estribillo que polariza actualmente el proceso electoral en el país, que contra todos los pronósticos ha situado a Alejandro Toledo en un expectante segundo lugar, después del presidente Alberto Fujimori. En sus recientes viajes a Puno, Cusco, Tacna, Piura, Pucallpa, la reacción de la gente se ha manifestado en forma muy generosa y no le ha mezquinado ningún hálito de apoyo.
Sin embargo, al mismo tiempo se le ha presentado una avalancha de acusaciones derivadas de una supuesta vinculación con CLAE, tal como ocurrió hace cinco años en su primera postulación, y que lo sepultó políticamente. Hoy, lo atacan sin misericordia por una supuesta paternidad de una niña de 12 años de edad. Pero, en esta ocasión, la situación es distinta, pues a sus seguidores, en diferentes partes del país, tal parece que ya no les importa esta ni otras acusaciones, pues se mantienen en espera de lo que pueda suceder, en una suerte de la ancestral tradición andina: "más me pegas, más te quiero".
Frente a esto, el ingeniero Fujimori, no obstante la andanada de acusaciones que ha recibido por todo tipo de motivos, se mantiene imperturbablemente primero en las encuestas. Su campaña ha sabido desligar sus tareas como Presidente de las de candidato, y si bien es cierto que es el candidato que más críticas ha recibido, la población aún lo considera la mejor alternativa para gobernar los próximos cinco años.
El análisis
Lo de Toledo es en la práctica una suerte de fenómeno que ha ido prendiendo poco a poco en la masa popular hasta el punto que ha logrado sentirse identificada con el cholo, ya no tonto y siempre pobretón, sino del cholo con plata, comerciante, vendedor de telas, zapatillas, artefactos eléctricos, juguetes, ropa.
Un claro ejemplo lo pudimos apreciar hace unos diez años, cuando por primera vez las calles de Lima y balnearios se vieron inundadas por vianderas en carromatos, ofreciendo comida rápida del momento y que hasta ahora perdura: las salchipapas, por ejemplo.
Retrocediendo un poco más, no olvidemos a los emolienteros, dueños de cadena de puestos móviles desplegados por todo Lima, y los que venden caldo de gallina en las madrugadas.
Pero quien está realmente representado en la figura de Toledo, es el cholo común y corriente, que se inició como él, lustrando zapatos y vendiendo tamales, el cholo que no tenía nada, pero que aspiraba a todo, desde una buena profesión, ingresos económicos de gran envergadura, una buena casa, y una linda y gran mujer "blanca de preferencia, y mucho mejor si es extranjera". Ese es el "sueño peruano" convertido en realidad.
Toledo ha utilizado las armas que lleva consigo, es decir, su propia mixtura de sangres y su vehemencia por lograrse un sitial en el mundo. Con estas armas a su favor y con una estrategia especial, afianzando su plan de gobierno en continuar con lo que está dejando el actual régimen.
La sorpresa
En este estado de cosas, quien se ha constituido en toda una verdadera sorpresa es Eliane Karp de Toledo, la ñusta gringa, para muchos la verdadera estratega de campaña de Toledo.
En los últimos días ha intervenido más directamente en la campaña de su esposo. Posee un bagaje académico envidiable, estudios en las universidades de Jerusalem y Stanford, en California, es antropóloga, experta en asuntos financieros, con amplia experiencia profesional en las comunidades andinas, asesora del Banco Mundial y ahora como gerente de crédito agrícola de un conocido banco local.
Domina ocho idiomas y habla el quechua mejor que su esposo. De nacionalidad francesa, tiene ascendencia belga y religión judía. Además, baila el huayno con un estilo muy especial. Tiene ideas claras y agudas sobre política, entre otras cualidades que saltan a la vista como su belleza, sonrisa sensual, fina, elegante. Es decir, linda por donde se le mire. Eliane es en la actualidad uno de los principales motores (sin desmerecer al cholo) de su campaña electoral.
La gente habla más de "la gringa" y con Toledo hacen la pareja perfecta.
Eliane Karp, ¿es la verdadera estratega de la campaña toledista? La señora Karp de Toledo promete mucho y puede dar mucho más, en una suerte de caja de Pandora, que una vez abierta seguirán descubriéndose nuevos encantos proselitistas de su propietaria. Sin embargo, faltan 18 días y como todos sabemos, cualquier cosa puede suceder.
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