El defensor del Pueblo, Jorge Santistevan de Noriega, quien últimamente estuvo en las primeras planas de los medios de comunicación por su infeliz intervención en los sucesos del penal de Yanamayo. Envió a su personal para investigar la toma de rehenes en el interior de ese centro penitenciario y, muy cordiales y educados ellos, lo primero que hicieron fue preguntar por el estado de salud de los terroristas, olvidándose de plano de la situación por la que atravesaban los 15 custodios del orden secuestrados por los sediciosos.
¡Zapatero a tus zapatos!
El defensor del Pueblo, Jorge Santiestevan de Noriega, vuelve a meter las cuatro pues bien, ahora resulta que a don Javier, como ya no sabe cómo llamar la atención, se le ocurrió "preocupado" velar por la moralidad y buenas costumbres de nuestra sociedad, enviando una carta al presidente del Consejo de Ministros, Alberto Bustamante, en el que lo conmina a que "exija el retiro de la inversión publicitaria estatal de aquellos programas que vulneran los derechos de las personas, especialmente si afectan su dignidad, intimidad, honor e imagen, y establezca reglas claras para evitar asociar la publicidad estatal a tales programas".
Específicamente se refiere al programa "Magaly TV", que para el defensor del Pueblo significa un espectáculo que atenta contra la moral de la sociedad, pues en sus secuencias ha trasmitido "vídeos en los que se mostraba a mujeres desnudas teniendo relaciones sexuales con ocasionales parejas".
Pues bien, el argumento es válido, pero don Javier no puede olvidar como él mismo menciona en su misiva, que la libertad de expresión está reconocida por el artículo 2¡ inciso 4 de nuestra Constitución. Además, cuando se difundió esas escenas en "Magaly TV" que señala don Javier, tanto la conductora como la misma televisora dejaron en claro que se trataba de un programa estrictamente para adultos, precisando que las escenas que se iban a propalar podrían herir la susceptibilidad de las personas. Es decir, guerra avisada no mata gente.
El viernes último, Magaly Medina, en un acto propio de indignación por esta directa intromisión a la libertad de expresión, rompió ante cámaras la referida carta.
Sobre esto, la opinión pública dará su veredicto. Pero lo que realmente no se puede aceptar, es esta permanente intervención, mejor dicho intromisión al más puro estilo de las organizaciones Carter-Jagger, Bowen-Cox, que tanto fastidio están ocasionando a nuestro país.
En ese sentido nuestro defensor del Pueblo debe tomar en cuenta la frase: "zapatero a tus zapatos" y preocuparse por otros asuntos más trascendentales en estos tiempos de tanto lloriqueo. ¿Estamos?
Por: César Infanzón).