Un lejano día del año 60 pisó tierra peruana, Lima tenía apenas un millón de habitantes. Llegaba directamente de España. Su nombre, Miguel Irízar, en ese entonces sacerdote vasco de apenas 25 años. Llegó para no irse jamás. "Te vas a perder en América" le dijo su madre, al enterarse que venía al Perú. Ella murió al poco tiempo de su partida. Han pasado 40 años desde que arribó y hoy es un respetado y querido obispo del Callao, de la Congregación Pasional. Como secretario de la Conferencia Episcopal dio a conocer un documento donde insta a los candidatos a que se presenten con voluntad de servir. Le preocupa los jóvenes e invoca a los candidatos a que los escuchen, "ellos no los están tomando en cuenta", dice inquieto, pero siempre sonriente, contagiosamente sonriente.¿Por qué se pronuncia la Conferencia Episcopal?
Esto es la voz del episcopado peruano, ya no es Cipriani, Bambarán o Irízar, somos todos. El documento fue aprobado por unanimidad, algo que pocas veces se logra.
El pronunciamiento habla de una política lejana, hasta cierto punto idealista.
Bueno, en la primera parte el mensaje es un tanto doctrinal, porque la misión de la Iglesia es una visión de orientación religiosa y ética. No soy un político sino un pastor, pero mis palabras pueden tener una consecuencia política, no lo puedo eludir.
En la práctica, ¿ese documento es un pronunciamiento político de la Iglesia Católica?
No, nuestra única política es servir al hombre y entre ellos a los más pobres, yo creo que esa es la dimensión de la caridad, dentro de eso puede coincidir con algunos programas más que otros. El Estado está al servicio del hombre, la Iglesia también.
También parece una cartilla electoral que tiene visos de programa político...
Bueno, pero no es así, pero puede servir de mucho a los candidatos.
¿Han recibido alguna respuesta de los partidos políticos?
Me llamá el congresista Carlos Ferrero Costa. Hasta ahora las reacciones que tengo son positivas.
¿A qué deben responder hoy en día los políticos en el Perú?
A la pobreza, al desempleo, a la corrupción, a la inestabilidad jurídica, al debilitamiento de las instituciones. Para eso tiene que haber comunicación entre los responsables políticos y el pueblo. Tiene que haber mayor participación ciudadana.
¿Actualmente la comunicación entre el gobierno y el pueblo es escasa?
Escasísima. Actualmente, lo que tenemos como experiencia política es la falta de comunicación entre el pueblo y sus autoridades. Eso yo lo veo clarísimo.
El pronunciamiento también habla de "andar en la verdad" donde aluden a informes estadísticos sobre economía, situación real y jurídica del país. ¿Se refiere a las estadísticas, muy cuestionadas, del INEI de Félix Murillo?
El Perú es tarea de todos y yo tengo que decir la verdad de mi economía, de mi política, de nuestro respeto a los derechos humanos, de cómo funcionan las instituciones, de cómo está nuestra deuda externa. Los ciudadanos tienen derecho a saber. Hay un crecimiento económico que se concentra aquí o allá, pero no beneficia a la mayoría del pueblo.
A estas alturas del partido, ¿considera que el presidente Fujimori debería presentar su plan de gobierno?
Pues, claro. Los peruanos tienen derecho a escuchar las ideas y propuestas sobre la situación del país. No es suficiente decir: "voy a hacer lo que hice". El pueblo quiere saber de los problemas pendientes; ¿cómo afrontarlos?, ¿qué podemos esperar de la política que va a seguir?
El presidente Fujimori dice que seguirá con su programa de hace diez años...
Pero sabemos que el país todavía no ha resuelto el problema de la pobreza, del desempleo, de la calidad de la educación y la salud. Tenemos temas pendientes como el de la vivienda; por ejemplo el problema de invasión en Villa El Salvador. Entonces, sobre eso tienen que haber cosas concretas.
Respecto a los planteamientos de los candidatos ¿a cuál ve más realista?
No te puedo hacer un juicio, porque ahí entraríamos en un aspecto más técnico. Pero veo que los mensajes todavía son parciales, que yo sepa, un mensaje integral del programa de política económico-social no lo hemos escuchado completo. En el tema del empleo, por ejemplo, creo que nadie tiene la solución en sus manos. Ahí hace falta mucho consenso.
¿Qué debe tener un buen planteamiento econémico?
Bueno, si tenemos retos pendientes como son desempleo pobreza extrema, desnutrición, etc; hay que poner la economía en función de la gran mayoría del país. No podemos negar que ha habido un crecimiento económico, pero estaría concentrado en determinados sectores de forma tal que un 50 por ciento de los peruanos viven bajo el nivel de pobreza.
¿Qué papel va a jugar la Iglesia en todo este proceso electoral?
La Iglesia ya está jugando, este es su papel. Transmite un mensaje que lo hemos hecho con el mejor espíritu de servicio, sin vincularnos con ningún grupo político, con total autonomía. Pedimos un control y vigilancia entre las instituciones que tienen que llevar el proceso de las elecciones con total transparencia.
Y cuando la Iglesia habla de medios de comunicación, ¿está reconociendo que hay limitaciones frente a los candidatos de oposición?
Bueno, cuando hablamos de medios de comunicación decimos que deben estar abiertos a todos, para que realmente todos tengan la oportunidad.
Muchos candidatos han dicho que se han visto limitados en ciertos medios de comunicación.
Nosotros hemos hablado de igualdad de derechos, de acuerdo al sistema democrático. Pero, lógicamente, sabemos que unos tendrán más ventajas que otros porque están en el poder.
¿Cómo ve el comportamiento de los candidatos?
Cada uno tiene su estilo, uno es un poco más moderado, otros son un poco más calientes.
¿Hasta qué punto el presidente Fujimori diferencia su actuación como candidato?
Eso es inevitable. Si entráramos en el cuestionamiento de su lanzamiento como candidato, el hecho es que está en el poder y tiene sus naturales ventajas, pero yo no entro a esa consideración política.
¿Qué le diría al presidente Fujimori para que estas elecciones sean transparentes?
Bueno, se ha dicho a todas las instituciones que tienen que cuidar el proceso. La presidencia y todas las instancias de gobierno tienen que brindarle a ese jurado las medidas del caso, para que cumpla su misión con total autonomía, ahí se ha dicho todo. Yo lo veo a él últimamente más abierto a escuchar el mensaje.
¿A dónde apunta la Iglesia Católica para el desarrollo del país?
La Iglesia tiene presencia desde las bases. En su acción social y caritativa, llega al sector más pobre, al que a veces no llega el propio Estado. Yo he sido misionero y obispo en la selva 17 años, en Yurimaguas. El Estado tiene que reconocer esa capacidad que tiene la Iglesia, no sólo de presencia sino de animación y de promoción en el área social. No queremos competir con el Estado, pero sí podemos hacer un trabajo en conjunto, al servicio del pueblo, no del poder.
¿Hasta qué punto debe intervenir en política la Iglesia?
La Iglesia y el Estado tienen campos diferentes de acción. Yo estoy en el Callao, y muchas veces planteo problemas de la realidad a las autoridades. He estado por los arenales de Pachacútec visitando a mi gente, algunos pensaban que estaba en campaña.
¿Debe la Iglesia involucrarse en política?
Sí, pero en un sentido amplio, es decir, entendido como servicio al pueblo, al bien común: esa es su dimensión. Pero nunca la política partidaria, no optamos por un gobierno o grupo político.
¿Qué le parece la participación de algunas sectas religiosas en esta contienda electoral?
Nosotros como Iglesia Católica tenemos como norma establecida no intervenir en opciones políticas. Otros grupos religiosos actúan con otros criterios. Eso es cosa de ellos. Todo ciudadano tiene derecho a intervenir, pero intervenir como grupo religioso me parece que es confundir.
¿A qué se debe la proliferación de grupos religiosos?
Nosotros vivimos en un mundo muy plural, pero curiosamente hemos tenido una presencia desmesurada de estos grupos religiosos, en toda América Latina. Pero, el Perú tiene una tradición católica muy seria. Estamos haciendo una evangelización extraordinaria en el Callao, a eso yo le llamo "la operación contacto", que trata de recuperar a aquellas personas que se alejaron de la Iglesia y no porque no quieran a la Iglesia sino que no hemos sabido llegar a ellos.
¿Es por eso que la Iglesia ha perdido algunos adeptos?
Es transitorio, hay gente que ingresa a un grupo pero luego lo deja y vuelve. En eso hay movilidad de fieles.
Por otro lado, ustedes han hablado del tema de la deuda externa. ¿Qué pide la Iglesia?
Creemos que es importante que haya una posible reducción de la deuda y una reinversión social por aquello que se nos condone la deuda.
¿Qué está haciendo la Iglesia para combatir la pobreza extrema?
La Iglesia como tal no va a resolver el problema económico de la pobreza del país, pero trata de aliviar con sus recursos, aunque ahora tenemos menos recursos que antes. Cáritas da prioridad a las zonas más pobres del país. Tiene microproyectos que los desarrolla en las diferentes regiones. Esto lo hace la Iglesia con recursos que vienen de ayuda externa, y a veces también con los recursos del Estado. Nosotros, en el Callao, ya casi no repartimos alimentos, eso está en manos del Pronaa, pero estamos haciendo trabajos muy interesantes en los centros educativos ocupacionales (CEOs).
¿Considera que el presidente Fujimori debe seguir en el poder?
No creo que quede para siempre (ríe a carcajadas, mientras nos enseña la puesta del sol). Yo creo que ya estuvo bueno.
¿Por qué cree que los jóvenes últimamente están un poco silenciosos?
Yo los he visto interesados. Son ustedes los jóvenes los que tienen que hacer el Perú. No lo van hacer los de mi edad.
Aparentemente los candidatos en sus listas parlamentarias no están convocando a jóvenes.
Claro, no sólo para las listas parlamentarias, sino también me preocupa que no están expresando qué quieren del Perú, ¿no creo que están de acuerdo con todo!
¿Qué está haciendo la Iglesia para incentivar a los jóvenes a participar?
Por la experiencia y contacto con los jóvenes, ellos no se sienten escuchados. Nosotros en el Callao estamos organizándonos. En el campo social parece que la voz de los jóvenes no se sintiera. Anteriormente hubo una manifestación de los jóvenes por la democracia y la justicia. Ahora, en este proceso electoral no se les ve, están como ausentes. Eso es raro ¿no?
La mayoría de los candidatos en sus planteamientos no están tocando la problemática de la juventud.
Lamentablemente, parece que se han olvidado que ellos son el futuro del país. Son los que van a gobernar.
¿Qué les invoca a los candidatos?
Que están atentos a las necesidades de los jóvenes, que los escuchen. La Iglesia, por su parte, está tratando de buscar el contacto. Desde acá invoco a la sociedad civil, a los políticos, a los comunicadores, que están alerta y atentos a las propuestas de los jóvenes. ¡Escúchenlos!
Cambiando de tema, ¿cuántos años tenía cuando pisó tierra peruana?
Tenía 25 años. Ya llevo en el Perú 40 años, el actual rector de la Católica fue alumno mío. Después, he estado 17 años de obispo en la selva y hace diez años que estoy en el Callao.
¿Y cómo llegó al Perú?
Yo estaba en una congregación y ellos me dijeron "oye, hemos pensado que vayas a Lima, ahí hace falta un sacerdote joven". Yo terminó mi carrera de sacerdote muy joven y después me graduó en ciencias sociales.
¿Qué fue lo que más le gustó del país?
Ante todo vuestra acogida. ¿Tenéis una manera de acoger a los que no nacimos en esta tierra! Muchos diplomáticos me han manifestado lo mismo, a todos les da pena irse de este país.
¿Cómo es monseñor Irízar, al que siempre vemos todo formalito y ordenadito?
Soy una persona muy esclava de la atención a la gente. Aquí, llaman por teléfono muchas personas y yo trato de atenderlos a todos.
¿Siempre quiso ser religioso?
Desde pequeño me gustaba. Pero todavía no podía definir mi vocación. A los doce o trece años ya tenía la meta.
Entonces, ¿no tuvo tiempo para enamorarse?
Ja, ja, ja.... a los 17 años ya estaba enrumbado, a los 23 era sacerdote, a los 38 ya era obispo.
¿En su familia había tradición religiosa?
Mi tío era sacerdote, fue de mi congregación. Había varios religiosos en la familia, siempre me gustá.
¿Qué le es más satisfactorio en la vida?
Pues, esto (sonríe), transmitir la alegría de la fe. Yo siento, no sé, una ilusión enorme de transmitir esa vivencia que yo tengo de la fe en Jesucristo. Quiero que los demás también encuentren a Dios en su camino. A mí siempre me han preguntado "Monseñor... ¿y tú no tienes penas?" ¡pues, claro que las tengo, como todos! "Pero... Nunca te ves triste", ¡pues no, yo sé lo que Dios me dio!, siempre sonrío.
Y... ¿hay algo que lo pone triste?
Pues sí, me duele la mentira, la falsedad de mucha gente, pero no me amilano. Te cuento que una vez, en el año 67, me quisieron contratar para la sonrisa Kolynos (ríe a carcajadas) porque sabían que yo andaba risa y risa. Y no es broma.
¿Será que tiene linda dentadura?
Habrá sido eso.
¿Y qué hace en los pocos ratos libres, cuando está solo?
Si me dejan, aprovecho para leer y escuchar música.
¿Algún deporte?
Sí, frontón, y lo tengo aquí, al ladito, en mi propia casa. Partidos de pelota le dicen. Lo juego cuando puedo, me gusta ejercitarme de vez en cuando.
¿No piensa regresar a España?
No, me quedará aquí hasta que el Señor quiera. |