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Artículos de Investigación 
       
Edición 1311
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  Traficantes de terrenos
  invasores,mafias y la
  sombra de Poncho negro
 
 



¿Quiénes están detrás de las últimas invasiones en Villa El Salvador?

Gente descubre parte de la mafia que trafica con la esperanza de los más necesitados Hablar de invasiones en el Perú, necesariamente nos remonta a 1947 y a un personaje que el lenguaje popular bautizó como "Poncho Negro". Su verdadero nombre es Ernesto Sánchez Silva, y dirigió, gracias a su temple, audacia y don de convencimiento a miles de migrantes hacia el cerro San Cosme en 1947. Un año después hizo lo propio en San Pedro Viejo.

En 1952 invadió Pampa de Miraflores, que hoy se conoce como Ciudad de Dios. Estuvo cinco años encarcelado en El Frontón, acusado de agitador de masas. Su nombre se convirtió en leyenda. Ahora, a sus 93 años de edad Sánchez Silva termina sus días en el cerro San Pedro, en El Agustino, y continúa siendo el líder de todas esas familias de migrantes que continúan confiando en aquel gran hombre aventurero y conquistador, que inició el fenómeno de las invasiones. Además, estos fenómenos de explosión social, realizados bajo su égida, tenían un motivo específico: solucionar los problemas de vivienda. Hoy en día las invasiones en Lima se vienen agudizando. El ejemplo de "Poncho Negro" se mantiene, siendo utilizado ya no propiamente para aliviar el problema de carencia habitacional en la capital, sino para lucrar con esta necesidad, a través de bien montadas organizaciones que fungen de intermediarios, premunidos de un aparato legal que les sirve de maquillaje para sus oscuras operaciones comerciales. GENTE estuvo esta semana en Villa El Salvador, donde el miércoles 26 último murieron cinco invasores en distintos enfrentamientos con los propietarios de los terrenos que han ocupado. En una minuciosa investigación periodística se descubrió a los nuevos "ponchos negros" de la hora actual, quienes celular en mano y automóvil en la esquina, manipulan a su antojo las esperanzas de miles de familias que pugnan por un pedazo de tierra, aun a costa de sus propias vidas. Aquí el informe.

Domingo 30 de enero. Kilómetro 17.5 asentamiento humano 24 de Enero, antigua Panamericana Sur, Villa El Salvador. 11 a.m. Son 67 hectáreas de terreno privado que han sido invadidas por unas 20 mil personas provenientes de San Juan de Miraflores y Santiago de Surco, entre otros. Ellos están allí dispuestos a quedarse y están seguros de que lo van a lograr. Pero, ¿qué fuerza los impulsa para tener ese pensamiento?, ¿por qué de buenas a primeras están negociando el precio de venta en dólares?, ¿o es que acaso existe alguna mano poderosa que los financia, los impulsa a quedarse y les da esa seguridad de saberse protegidos?

Habla Barnechea

La respuesta la encontramos en un individuo aparentemente inofensivo, común y corriente. Sin embargo, celular en mano, short deportivo, sandalias y polo celeste camina, se mueve, corre, coordina con los invasores, y ellos le hacen caso.

Los pobladores nos dijeron que él era la persona que se encargaba de intermediar con los propietarios de los terrenos invadidos y que estaba dando buenos resultados. Nos acercamos a él y muy locuaz nos explicó los problemas que existen hoy en día por la falta de oportunidades para obtener un lote de terreno para construir la soñada casa.

En nuestra primera conversación dijo: "Yo soy una persona que tiene formaci—n, con estudios superiores, por eso lo viable es dialogar conmigo. Soy una persona preparada que ahora reclamo y trato de ayudar a esta gente".

Algunos moradores han precisado que el mentado Barnechea fue quien desde el inicio de la invasión se acercó a los propietarios ofreciendo cinco dólares por metro cuadrado, a diferencia de los 18 que éstos pedían.

Manuel Barnechea es dirigente principal del Kilómetro 17.5 de la Panamericana Sur y ocupa la Mz. B, lotes 13 y 14, cuya propiedad pertenece a Jaime Buezo Manzanedo y Teresa Buezo de Manzanedo. Según señalan los moradores de la zona, él fue uno de los principales azuzadores que el pasado lunes 24 de enero invadieron a viva fuerza los terrenos ajenos. Tiene 28 años, vive en la casa de su madre en San Juan de Miraflores con su esposa e hijo. Se ha dedicado a la venta de formularios para trámites de compra y venta de terrenos. Cumple servicios de taxi a bordo de automóviles que los cambia todos los días. También ha pertenecido al Movimiento Somos Perú en la época que era Somos Lima. Es amante de la literatura. Ha participado en muchos concursos universitarios. Estudiá ingeniería. El día que lo abordamos tenía un Volkswagen color rojo de placa PEAB1221. Utiliza celular y no sólo eso, pues ha equipado a una moradora con un walkie talkie, con el fin de que cuide dicho terreno; en esa zona hay unos 300 invasores empadronados por la señora Mía Eufemia Minaya.

Barnechea ha entablado contacto con Jaime Manzanedo, José Luli Buezo e Italo Buezo Manzanedo, hijos de los propietarios, con quienes está tratando de llegar a un acuerdo formal para ambas partes. Sin embargo, en diálogo con la regidora de Villa El Salvador Atilia Gamarra, con tres invasores, ella desautorizó a Barnechea, señalando que había conversado con los propietarios y que bajo ningún punto de vista pensaban vender. Barnechea, asumiendo un liderazgo que no le corresponde, precisó que de todas maneras "ellos" estaban prestos al diálogo para llegar a una pronta solución.

Este liderazgo no es bien visto por gran parte de los invasores quienes creen firmemente que Barnechea los está utilizando.

El otro Poncho Negro

Se llama Emiliano Roberto Palomares Espinar, de unos 55 años, 1.68 de estatura con sandalias, pantalón largo y torso desnudo. Lo ubicamos en su domicilio, cruzando la Panamericana Sur en el Km. 17 lote 4. Sus primeras palabras fueron para acusar a Barnechea de ser uno de los principales azuzadores de las invasiones en Villa El Salvador, en una suerte de limpiarse de la competencia, pues don Roberto Palomares tiene su propia clientela, que bajo su intermediación quieren acercarse a los propietarios para comprar los terrenos que ocupan actualmente. Palomares fue acusado en un programa de televisión de ser uno de los agitadores que lideró la invasión. Al respecto, dijo que todo era falso, pero sin más argumentos de descargo.

El aparato legal

Palomares, para sus fines utiliza la firma Abogados & Arquitectos que es una entidad de propiedad de Carlos Miranda Aspajo, quien se encarga del saneamiento físico legal de predios urbanos.

El sistema es muy simple, tal como lo explica el señor José Ronquillo Lévano, estudiante de Derecho y representante de esa empresa. Pues bien, cuando un invasor quiere sanear física y legalmente el terreno que ocupa, entonces recurre al señor Palomares para iniciar los trámites. Primero los contactos con los propietarios, pues de lo contrario no se puede dar curso a ningún trámite. Para eso llaman a Palomares quien presto brinda sus servicios de intermediación. Una vez que logra convencer al propietario y pactado el precio de compra, se dirigen al consultorio jurídico. Tras abonar un pago de 136 soles por concepto de gastos por trámite judicial. El pago al intermediario varía de acuerdo al invasor. Ronquillo dijo que conocía a Palomares, pues días antes se había acercado a consultarle varios aspectos sobre litigio de terrenos.

Lo curioso es que estos modernos "ponchos negros" de la actualidad se mantienen incólumes y realizan sus operaciones sin ninguna traba. Ellos son los grandes ganadores de estas jornadas de lucha y sacrificio de familias enteras que sólo buscan un lugar dónde vivir, pero que finalmente se prestan a la vil manipulación de estos individuos que únicamente buscan lucrar con sus necesidades.


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