El aburrimiento electoral
Probablemente pasen a ser éstas las elecciones más aburridas de nuestra historia. Cómodamente posicionado, con una intención de voto de más de 40% el ingeniero Fujimori, un hombre acostumbrado a trabajar y luchar bajo presión y estímulo durante esta década, bosteza. Y es que, en verdad, ya toda la batería gruesa ha sido empleada contra él sin que se le haya ocasionado un rasguño.
Hace dos años que empezó la campaña electoral, campaña de demolición del posible candidato Fujimori por parte de sus adversarios políticos y electorales. Todos recordamos el asunto de la discutida nacionalidad. Olivera y Cía., con la inexplicable participación de una genuina presidenciable como Flores Nano, se jugaron el todo por el todo para demostrar que el presidente del Perú había nacido en otra parte.
Más tarde, se apostó a que el fenómeno del Niño, una de las versiones más devastadoras del siglo, además de destruir puentes y carreteras, y la economía del país, se llevaría consigo todo el prestigio de Fujimori. Aun cuando la economía se resintió, la capacidad de respuesta del actual gobierno impidió un desastre nacional como en 1983.
Entre 1996 y 1999 el proceso de paz con Ecuador sirvió de excelente plataforma política oportunista a quienes soñaron con destruir al Pacificador. Casi todos los políticos (con la honrosa excepción de Rafael Rey y algún otro) se echaron para atrás, después echaron irresponsable leña al fuego y más de uno habló de "traición a la patria". Pero los parlamentos y los pueblos de Perú y Ecuador dieron luz verde a la paz y Fujimori logró salir airoso nuevamente. Es decir, se salvó de tres campañas terribles de demolición.
él salió indemne, pero sus adversarios se desprestigiaron. Allí el caso ejemplar de Lourdes Flores, una joven y brillantísima lideresa que tuvo el desatino de participar en una campaña mezquina, llena de odio y racismo. Flores Nano sería hoy una candidata de lujo a la vicepresidencia o la mismísima presidencia.
No les fue tampoco bien a quienes armaron un gran laberinto antes de que llegaran las lluvias del Niño. Esos quedaron como simples quejosos y también mezquinos.
Y finalmente, resulta larga la lista de chamuscados políticos tras la firma del Acuerdo de Paz con Ecuador. Algunos, sensatos e inteligentes, supieron subirse de todas maneras al carro de la paz. Otros, necios y limitados, continuaron agitando, sin poder ganarse alguito.
Entonces, después de estas tres campañas hay un Fujimori recontravacunado, recontrarrobustecido por enemigos torpes.
De manera que estas elecciones están condenadas al bostezo porque ya el antifujimorismo usó todos los misiles que, de acuerdo con el sentido común, debió usar en periodo electoral. Así son de brutos y encima nos quieren gobernar.
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