La ex ministra de Educación y ex parlamentaria Gloria Helfer Palacios vuelve a la arena política de la forma más audaz. De llegar al Congreso promete reivindicar la profesión de maestro, asegurar la gratuidad de la enseñanza e incentivar la formación de líderes juveniles.
Regreso con Gloria
Las manos le sudaban, por momentos su mirada hacía un paseo, a mil por hora, enfocando las ansiosas expresiones de las decenas de simpatizantes y curiosos que se dieron cita en el acantilado de la Costa Verde, para ver a la mujer de 55 años, madre, abuela y ex ministra de Educación, Gloria Helfer, saltar en un parapente en protesta frente a la exagerada publicidad por parte de la candidatura oficialista.
"El candidato-presidente Alberto Fujimori, tiene pintas en todas las paredes, postes y cerros de todo el país, por eso quiero tirarme". Pese a las visibles dudas en su rostro, Gloria ya no podía echarse para atrás, ¡pues había que seguir hasta el final!
Luego de un profundo suspiro, la vimos volar alto, disfrutando de veinte intensos minutos de pura adrenalina, en la más absoluta libertad. "Es una experiencia extraordinaria, creo que lo voy a tomar como deporte", dijo más tranquila y relajada. Su motivación por la política data desde que ingresó a la Universidad Católica, allá por el año 1963.
Por su sangre corre la férrea defensa de su padre, un patriota y militar progresista que participó en el Frente de Defensa del Petróleo. "Fue un eterno enamorado del país", así lo define Gloria, su risueña hija.
Su permanencia como ministra de Educación durante el gobierno del presidente Alberto Fujimori, en el año 90, sólo duró cinco meses, pues tuvo que renunciar por presiones gubernamentales.
Hoy, la doctora Gloria Helfer, vuelve a la arena política, está vez por UPP y con el número 6. Trae bajo el brazo un pliego de propuestas educativas, entre ellas crear desde el Parlamento corresponsalías en la educación. Aquí sus palabras.
¿Qué la llevó a realizar esa hazaña aérea?
Bueno, protestar enérgicamente por lo escandaloso que es ver tanta cantidad de propaganda que tiene el presidente-candidato: paredes, postes, cerros, etc. Por eso decidí lanzarme en parapente, ya que el viento todavía no lo tiene comprado, ni lo controla. No fue para ganar una curul, como dicen algunos medios, ya que no he llevado ningún número. Creo que esos comentarios responden a la adicción al régimen que tienen ciertos medios.
¿Qué tal la experiencia?
¡Uy! me sentí muy bien. Una sensación de libertad extraordinaria.
¿Tuvo miedo al principio?
No, es una actitud frente a la vida. Hay que perder el miedo para conseguir la libertad de decidir, sin condiciones.
¿Volvería a lanzarse?
Lo voy a tomar como un deporte, es muy agradable. Voy a incentivar a los jóvenes a que lo hagan.
¿De dónde nace la necesidad de incursionar en política?
Bueno, mi padre era un patriota, un militar amante de su país, que me enseñó no solamente las mejores clases de geografía, de historia, sino también a amar el Perú, quizás sea eso. Mi padre fue miembro del Frente de Defensa del Petróleo, era de los militares progresistas, de avanzada. Mi madre es una mujer valiente aguerrida, con mucho criterio. Ella vive y tiene 89 años. Mi padre hace ya tiempo que nos dejó.
¿Y dónde es que se enamora?
(Ríe a carcajadas, mientras recuerda decenas de episodios). A Juan lo conozco en Bélgica. Yo ganó una beca del gobierno belga y me fui a estudiar sociología en la Universidad Católica. Allá podíamos elegir los cursos que queríamos. Así, me encuentro con un muchacho que seguía todos los cursos igual que yo. Fue una coincidencia extraordinaria.
¿El es belga?
Sí. Llegó solito al país y se quedó. Ha pasado acá más de la mitad de su vida. Es muy peruano.
Ahora usted ha tomado la decisión de postular al Congreso, ¿qué la motivó a incursionar nuevamente en política?
Justamente, en esta decisión, él me ha ayudado. Porque para mí ha sido muy difícil. He estado dedicada a trabajar por la educación intensamente.
¿Por qué?
La vez pasada yo tomé la decisión de no regresar al Parlamento, y hacer por mi cuenta todo el trabajo que he hecho en todos estos años.
¿Y por qué aceptó volver nuevamente a la arena política?
Ahora me interesa, porque todas las decisiones importantes sobre el sector educativo se van a tomar en el próximo Congreso. Ley General de Educación, Ley del Magisterio, Ley Universitaria. Entonces, eso que ha sido mi vida y si tengo posibilidades de llegar al Congreso ¿por qué no hacerlo? Y así representar los intereses de los niños, de los estudiantes, de los maestros.
¿Y por qué con UPP?
Porque es el sitio donde puedo decir lo que sostengo: gratuidad, escuela pública, respeto al magisterio; con tranquilidad, con holgura.
¿Cuál es su posición ideológica?
Soy una socialista. Soy una persona que mantiene su posición de izquierda y no la desdigo. Porque ahora, como es tan fuerte esta corriente neoliberal, la gente empieza a decir: "no, yo no fui", "yo no soy" o "antes fui"; todo el mundo se desmiente.
¿Quiénes por ejemplo?
Martha Chavez ha sido del MIR. Hay un montón de gente que ha sido de izquierda, Martha Moyano ha sido del PUM. Y ahora, todos se destiñen.
¿Cree que hay una crisis ideológica?
Hay una crisis política muy grande, mantengo mis principios y con orgullo porque a mí no me averguenza tener una posición que representa a los más pobres del país.
Los partidos tradicionales han perdido fuerza y militancia, ¿a qué lo atribuye?
No se le puede echar toda la culpa a Fujimori, pero francamente ha contribuido enormemente para desarticular toda la institucionalidad y eso incluye los partidos políticos. El desprestigio sistemático que hacen con esos "periodiquillos" que se distribuyen gratuitamente, diciendo barbaridad y media, puras mentiras, eso en la más absoluta impunidad.
¿A qué periódicos se refiere?
Uno se para en el quiosco y ve los titulares y solita se responde, cuáles son esos periódicos. En la Av. Javier Prado, por ejemplo, los meten por la ventana del auto, como volante. Esa es la prueba de que esos "periodicuchos" están financiados. No necesitan venderlos, porque ya alguien compró toda la edición. Lo que estamos viviendo es terrible, pero lo más grave es que la gente está tan golpeada que se está perdiendo la capacidad de indignación.
Parece que esa palabra está de moda. Hace poco los jóvenes, en diálogo con GENTE, hablaron de recuperar la capacidad de indignación. ¿Qué está pasando?
Tenemos que recuperar la voz. Esa también es una de la razones por la que he vuelto a la política pública. Si el medio está tan agresivo y decimos "voy a sufrir en este Congreso" entonces estoy pensando en mi propia felicidad.
¿Cuál es su oferta electoral?
La de contribuir justamente y hacer de la actiuvidad política una actividad más honesta. Una de las propuestas que tenemos es la de apoyar la formación de líderes de ambos sexos. Como una actividad que podemos hacer los parlamentarios.
Hay escepticismo en los jóvenes o timidez frente a la política, ellos dicen que está desprestigiada.
Bueno, a nadie le gusta estar en una actividad poco exitosa.
Pero... parece que los mismos partidos políticos no los están convocando.
- No los están convocando lo suficiente, creo que tiene que hacerse muchísimo más. Y ese es nuestro compromiso, tenemos que trabajar junto con instituciones, con la sociedad civil, tenemos que hacer el trabajo de formación política en los jóvenes.
No será que esta timidez de los jóvenes se origina por carecer de bases sólidas desde los estudios primarios, desde los maestros.
Mira, hay mucho que hacer en educación. He venido trabajando en propuestas pedagógicas estos cinco años, para que los chicos sean más decididos, más audaces. Los enfoques pedagógicos contribuyen a eso.
Hablando claro, existe mucha "desconfianza".
Los jóvenes no confían en los políticos. Y lo que tenemos que hacer es ganarnos la confianza de los jóvenes, debemos hacer que esto sea tan interesante para ellos que decidan involucrarse, encontrarle sentido.
¿Han pensado trabajar específicamente con ellos?
La formación de dirigentes es básica. Vamos a reunir a los jóvenes que quieren formarse políticamente para hacer un curso. Otra propuesta es hacer corresponsalías políticas.
¿En qué consiste eso?
En establecer un vínculo entre personas interesadas en diferentes temas que alimenten el debate y propuestas de los parlamentarios. Porque, actualmente se eligen a los congresistas y los electores no los conocen, hay una incomunicación, y eso hace que haya una profunda desconfianza. Algunos piden el voto y después no los vuelven a ver. Yo no tengo ese problema, porque no tengo una continuidad de vida parlamentaria. He pasado estos cinco años en los barrios, recorriendo el país, haciendo trabajos concretos, capacitando. He estado trabajando en el terreno. Entonces, si voy al Congreso me aíslo. Por eso estamos proponiendo las corresponsalías políticas que pueden tener diferentes temas. Yo formaré corresponsalías políticas en el tema de la educación, para comenzar. Eso significa que yo tengo un grupo de jóvenes, maestros, especialistas, en cada departamento, con los cuales dialogo, discuto y recojo, qué es lo que va salir en una ley. Me alimento de la realidad y de las ideas que ellos tienen y nadie las conoce.
¿Qué opina del bachillerato, cree que beneficiará a los estudiantes?
Significa un recorte de un derecho de tener un año de estudios, teniendo en cuenta que en el país se estudia muy poco. En las zonas rurales se estudia más o menos 260 horas al año. En Lima en las capitales de provincia, son 450 horas. En Chile son 900, en Europa son 1.500, entonces estamos hasta las patas. Y si encima le quitas la gratuidad y los botas antes, terminando el cuarto de secundaria.
¿Cree que existen intereses creados?
Actualmente un alumno se puede preparar para postular a la universidad, en su casa o con otros amigos. Con el bachillerato, estarás obligado a hacerlo, porque es requisito para poder ingresar a la universidad, pero en realidad lo que están haciendo es para beneficiar a los grandes empresarios de la educación, que son las academias.
¿Qué haría usted por los maestros?
Un programa de recuperación de salario magisterial, porque aquí no es darle lo que nunca han tenido, acá lo que estamos haciendo es un programa para recuperar lo que tenían antes.
Ahora, en cuanto a la Ley Universitaria que tanto reclaman los jóvenes, ¿está en agenda ese tema?
Es parte de mi compromiso. Alimentar las discusiones y defender en el Congreso los derechos de los estudiantes. Lo único que voy a defender, es a que lo jóvenes y niños de hoy, tengan los mismos derechos que tuvo Fujimori, Yoshiyama, Absalón Vásquez, y muchos altos dirigentes actuales del gobierno. Si no hubieran tenido escuela y universidad pública gratuita, con lo que ganaban sus padres, nunca hubieran podido llegar a ser profesionales.
¿Cómo ve la participación de mujeres en política?
Me parece muy buena. A través del tiempo hemos aprovechado las cualidades de los hombres, pero también hemos cargado con los defectos. Machismo, prepotencia, abusos. La mujer debe combinar dos cosas, una enorme firmeza y una enorme ternura. Eso es muy femenino.
¿Qué le parece la participación en política de señoras como Martha Hildebrandt o Martha Chávez?
Yo creo que ellas han asumido una manera de ejercer la política que yo no comparto. Me parece que el coraje y la ternura deben ir de la mano. Pero es igualmente importante que estén en política.
¿Qué opinión le merece las organizaciones feministas?
Las organizaciones feministas son pioneras y merecen el más grande respeto y reconocimiento del país.
Algunos dicen que las feministas tienen bigotes...
Eso es el costo que tienen que pagar todos lo pioneros. Si no hubieran existido los abolicionistas, todavía en el mercado se venderían negros esclavos. Yo no pertenezco a ninguna pero son mis amigas y las respeto.
¿Cree que el proceso electoral será transparente?
Tenemos un gobierno que tiene el embudo del lado ancho, tiene toda la televisión del mundo, la radio, los vuelos, aviones.
Los observadores internacionales que han visitado nuestro país, ¿hasta qué punto representan el pensamiento de los peruanos?
Son organismos muy prestigiados.Se ha estado diciendo que estos organismo no representan a nada, pero eso es otro truco.
¿Por qué no prueban que es falso?
No pueden porque todo es verdad.
Si usted no cree en esa transparencia en las elecciones ¿por qué se presenta?
Porque no les voy a dejar el camino libre.
De ganar el presidente Fujimori las elecciones y la invita nuevamente a participar en la cartera de Educación, ¿aceptaría?
Me encantaría ser ministra, pero después de lo que ha hecho Fujimori, ¡no por Dios!
¿Qué cosas le apasionan?
Me apasiona la educación, me apasiona crear cosas. Me hubiera gustado ser arquitecta.
¿Qué le diría al presidente Fujimori?
Qué ya es suficiente, que deje al Perú crecer y desarrollarse.
"tuve una enorme autonomía, Eramos ministros, no secretarios"
¿Qué le parece el gobierno del presidente Alberto Fujimori? Terrible, creo que lo que más le tengo que criticar a Fujimori, es que para mantener su fuerza divide a los peruanos. Usa la política de "divide y reinaras".
¿Por qué aceptó la cartera de Educación en un régimen con el cual usted no estaba de acuerdo?
(Ríe a carcajadas). Don Alberto en ese momento no tenía plan de gobierno. A mí me llamó, antes que para ser ministra, para que arme el plan de gobierno en educación.
¿Causó extrañeza que usted acepte la cartera, dada su conocida militancia de izquierda?
Cuando el presidente Fujimori me invita y me lleva al Círculo Militar, para hacer la invitación formal, estaba con Hurtado Miller...
¿No estaba por ahí Vladimiro Montesino?
No lo vi, habría estado detrás de las cortinas (sonríe pícaramente).
¿Qué le dijo el presidente?
Lo primero que yo le dije a Fujimori, fue "usted sabe a quién está invitando, porque yo soy de izquierda por si acaso", "además, soy sindicalista, yo defiendo a los maestros". El me dijo: "nosotros sabemos quién es usted, yo la estoy invitando porque sé quién es usted". Bueno, entonces ya estaban advertidos.
¿Por qué acepto ser ministra de Educación?
Yo nunca estuve de acuerdo con el shock. Si acepté ser ministra es porque pensaba que podía compartir. Cuando se toma la decisión de hacer ese "shock" espantoso, yo reacciono, intento una renuncia, pero después ¿sabe quién hace que me quede?, las organizaciones populares, de base, la gente de los sindicatos, ellos decían que es mejor tener una persona que está de nuestro lado, que es consciente de la situación.
¿Tuvo trabas dentro del ministerio?
Tuve una enorme autonomía para hacer muchas cosas, en ese tiempo éramos ministros, no éramos secretarios. El problema es cuando me dicen hasta aquí no más, ahora ¡descuentos a los profesores! Yo dije, ¡ah no! ¡esta mano de maestra, de ninguna manera! Ahí confronto lo que es una política neoliberal de recorte de salarios, de maltrato al magisterio, era una política de ajuste muy dolorosa.
¿Recibió presiones gubernamentales?
Presiones para que firme el descuento de los maestros, sí. ¡Tienes que firmar! ¡Te van a acusar de malversación! Bueno, yo dije, ¡a ver pues, mátanme a la cárcel, acúsenme! Yo voy a la cárcel pero no descuento a los maestros. Finalmente renuncié, pero no me iniciaron ningún juicio por malversación, no les quedó cara para denunciarme.
¿Se llevaba bien con el presidente?
A veces me traía un papelito donde me decía que controle los cobros en los colegios particulares, etc.Yo le decía, dígame qué es lo que quiere, y yo le doy una solución técnica. Esas eran las discusiones, por eso es que nos llevábamos tan bien. (Sonríe).
¿Cuéntenos cómo era él en el año 90?
(Irónicamente nos dice). Era un imberbe, un niño tierno en la política. Muy tranquilo, muy ecuánime siempre, realmente había resultado la caperucita roja, no precisamente el lobo feroz. |