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Cineman 
       
Edición 1314
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  Cineman 

           
 

ESCRIBE: José Enrique Escardó
 
 


No sé hasta cuándo la gente va a seguir portándose en el cine como si estuviera en su cuarto. Yo soy bien paciente, pero a veces ya es el colmo. Uno va a divertirse y encima sale asado o bronqueado con alguien. La última vez que fui al cine, a ver la película que comentaré hoy, había un grupo de chibolos como de catorce o quince años a mi costado. El que estaba pegado a mí, el típico payaso con ropa suelta y el pantalón a la mitad del poto, bien sentado con las patas cruzadas invadiendo la mitad de mi territorio. Además, desparramado en la butaca y apoyado en ambos brazos de ésta. O sea, yo no existía. Pero eso no es todo, el tarado hablaba estupidez y media cada dos minutos, a todo volumen y además, cuando se acabó su gaseosa, parece que el coco no le daba para entender que las cosas se terminan y movía el vaso de izquierda a derecha, mojándome con una mezcla asquerosa de restos de gaseosa, agua y baba. Un cerdo con propina para ir al cine. Si no le metí un sopapo fue porque no quería mancharme, además, con sus mocos y su sangre. A ver si los payasos que hablan, escupen, comen con la boca abierta y las mamás que llevan a sus bebitos llorones a películas para mayores se reúnen todos en un cine alquilado y ahí se portan como los gremlins si quieren. Gracias.


EL REGRESO DE LA MOMIA
www.darkness.org/movies1/talos.htm
Una película medio clandestina, pero que se ha agarrado del éxito de "La momia" sin tener nada que ver con ella y ha logrado que un montón de gente vaya a verla. Por el póster, parece más tela de lo que es, pero tiene sus partes rescatables. La historia está bien hecha y recurre a ciertos artilugios (¡echa con la palabrita!) míticos que la hacen más creíble.

Pero lo que no es nada creíble son los ¿efectos? (defectos, mejor dicho). Una de dos: o a los productores no les alcanzó el billete para contratar especialistas y se fueron a un taller de audiovisuales de algún instituto misio de Wilson o se quincearon y le pidieron al que preparaba las loncheras de los actores que se encargara "un toque nomás" de hacer los efectos. Malos, peores que los del Chapulín Colorado... Lo único que más o menos se salva es la momia cuando ya está casi toda armada.

Los productores dijeron: "Hay que hacer un final que descompute", y lo lograron. No se alucinen un final feliz en el que el bueno se queda con la chica. Los patitas estos quisieron romper esquemas... pero se les pasó la mano. Así que prepárense para una segunda parte de esta cosa, que si sigue teniendo al mando a los mismos "creativos cineastas", promete ser una saga tipo Rambo...

Y cuando me veas por el cine, no me tengas miedo. Soy tu amigable vecino, CINEMAN

 


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