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Artículos de Fondo 
       
Edición 1311
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      David Pezúa
     Vivanco 
 
Soldado defensor de la moral pública  


David Pezúa Vivanco, secretario ejecutivo de la Comisión Ejecutiva del Poder Judicial, tiene en sus manos la delicada tarea de llevar las riendas del proceso de reforma y modernización de esta institución tutelar de la Nación, tantas veces vapuleada por tirios y troyanos, que señalan su falta de autonomía y su carencia de calidad y eficiencia en sus magistrados. Luego de cuatro años de este proceso, Pezúa saca la cara para responder que muy por el contrario, este sector a su juicio satanizado con vehemencia, sí tiene autonomía, y que no obstante subsistir algunos vestigios de inmoralidad en ese sector, ésta va camino a su reducción total, gracias a la forja de una nueva concepción de magistrados, convertidos ahora en A soldados defensores de la moral pública.., en virtud de una estricta capacitación deontológica que se realiza en la Academia Nacional de la Magistratura. Estas son sus palabras.

¿A cuatro años de iniciada la reforma del Poder Judicial, cuáles son los logros alcanzados?
Al haberse cumplido el 4 de noviembre último, cuatro años del proceso de reforma y modernización del Poder Judicial, el resultado es bastante halagador, pues prácticamente hemos cumplido con la etapa de las reformas administrativas, aun cuando falta un reajuste en el interior del país. En lo jurisdiccional estamos entrando de lleno a este proceso para la mayor celeridad de juicios y para que los magistrados, quienes también están absolutamente involucrados con esta reforma, puedan participar más activamente.

¿Cómo van a participar?
A través de su presencia en aquellos lugares que escogemos como sede del fuero jurisdiccional. Allí los magistrados de segunda instancia discuten diversos temas vinculados al Derecho Civil, Penal o Laboral. Se conjugan criterios y procuran ponerse de acuerdo en la forma cómo debe sentenciarse un caso similar que se ventila en Tumbes o Piura, con el de Iquitos o Puno.

¿En cuanto a la modernización?
La modernización se da en casos concretos. Estamos, por ejemplo, refaccionando el Palacio de Justicia, construyendo un nuevo local en Tacna y Moquegua, cuyas vetustas paredes ya se estaban cayendo. También estamos dotando de tecnología informática de punta en todos los servicios. Se está descentralizando este servicio. En esto nos está apoyando el Banco Interamericano de Desarrollo con un préstamo de 20 millones de dólares con el aporte del Estado Peruano que es un aporte de seis millones 800 mil dólares, estamos construyendo 83 módulos a nivel nacional, en diversos lugares de población marginal y zonas de frontera. Esto va a permitir que los justiciables no necesariamente se trasladen hacia las sedes donde está la Corte o Palacio de Justicia, sino que se logre que a pocas cuadras de su domicilio están reunidos el policía, el fiscal, el médico legista, el juez, el conciliador, etc., es decir, todos los elementos que tienen que intervenir en un proceso judicial.

Al Poder Judicial se le sindica como fuente de inmoralidad, ¿qué se ha hecho para cambiar esta imagen?
La Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) ha realizado una labor preventiva que ha permitido que ostensiblemente disminuyan los casos de inmoralidad. Quiere decir entonces que aquellas sorpresas, aquellas batidas, aquellas luchas y campañas que se han efectuado, han dado buen resultado. No podemos afirmar que ya no hay inmoralidad, lamentablemente somos conscientes de que todavía existe inmoralidad pero está disminuyendo sensiblemente, y lo mejor de todo es que estamos sancionando drásticamente, ya sea por la comisión ejecutiva por sí misma, la OCMA, en otros casos. Y finalmente pasamos al Consejo Nacional de la Magistratura en casos más graves.
Sin embargo, su entidad adolece de un mejor manejo en cuanto al respeto a su imagen. Cuando en los diarios la OCMA denuncia a dos jueces corruptos, ellos dicen dos jueces comprueban la corrupción en el Poder Judicial.
Estamos trabajando en eso; por ejemplo, en materia de sanciones ha habido medio centenar de destituciones en el marco de dos mil 500 resoluciones tramitadas por la OCMA imponiendo sanciones diversas, multas, etc. Esa labor tiene que conocerse y lo estamos haciendo

¿El Poder Judicial tiene autonomía?
Hay gente que no está muy bien enterada porque tiene una concepción política de prejuicio contra el Poder Judicial, satanizan a este poder del Estado señalando que no es libre, que no es autónomo, pero yo desmiento radicalmente eso, porque el Poder Judicial es totalmente libre y autónomo, y la autonomía es un baluarte que lo defiende cada juez en el último rincón del país. La suma de la autonomía de cada uno de estos jueces, constituye la autonomía del Poder Judicial.

¿Antes del proceso de reforma cómo estaba el Poder Judicial?
En la historia republicana ha habido contadísimos intentos de reforma, pero sólo eran cambios de nombres en los diferentes cargos. Antes el Ejecutivo nombraba a los jueces y vocales, incluso debían pasar por el tamiz del Senado, estamento que debía confirmar, ratificar o no al vocal supremo. Ahora es el Consejo Nacional de la Magistratura el que tiene que nombrar a magistrados. Entonces, empezando desde el origen, encontramos una diferencia radical, abismal, de lo que era antes el Poder Judicial.

¿Cuál es el papel específico de los magistrados?
En suma, los magistrados están abocados específicamente a la parte de la justicia, al trámite del expediente que se le manda. En ese sentido, estamos mejorando la calidad y la producción de los procesos.
Por la falta de sentencias, los presos se hacinaban en las cárceles...
Estos casos ahora son contadísimos. Pero con esta reforma son los magistrados los que acuden a los centros penales a investigar en dónde está sufriendo prisión una persona y lo sentencian allí mismo. En las cárceles se daban unas diferencias que señalaban por ejemplo que había un 30 por ciento de sentenciados y un 70 por ciento de inculpados sin sentencia.
Esto se ha revertido completamente, la proporción a nivel nacional ahora es un 70 por ciento con sentencia y apenas un 30 por ciento en situación de inculpados.

¿Quiere decir que el hacinamiento en las poblaciones penales se está resolviendo...?
Claro que sí, pero lo que sucede es que una persona es sentenciada a dos años por robo a mano armada, pero le falta una sentencia por asalto a bancos, entonces debe necesariamente purgar ese otro delito.

¿Cuál es el logro más importante de su reforma judicial?
Definitivamente, es la moralización que nos permite que ahora podamos estar en camino a lograr que los magistrados sean probos, honestos capaces. En la Academia Nacional de la Magistratura hemos logrado que a través de cuatro sedes simultáneas en Lima, Chiclayo, Arequipa y Cusco se capaciten a los jueces.

¿Y el ejercicio de la moralización?
En la formación académica hemos puesto énfasis en la formación ética. Antes de la Academia, los abogados graduados en las diferentes universidades, algunos con maestría otros doctorados, iban a la labor jurisdiccional sin ninguna preparación en deontología. Allí los preparan para que sean soldados defensores de la moral pública. Pero no sólo es capacitación, sino que es una escuela donde se tiene que enseñar el comportamiento ideal del magistrado. En agosto termina la primera promoción de este año, y a partir de setiembre el Consejo Nacional de la Magistratura está en condiciones de nombrar a la primera promoción como jueces y fiscales titulares. La segunda promoción de seis meses, es decir, en el curso de dos años pero cada seis meses saldrán los nuevos elementos hasta completar el cien por ciento de titularidad que calculo concluirá en año y medio.


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